2/15/2010

HERMENEUTICA

LA COMPRENSION DE LO SOCIAL
(Horizonte hermenéutico de las ciencias sociales)

La hermenéutica significa traducción, explicación, expresión o interpretación que permite la comprensión; se refiere a la interpretación de un texto, Con Schleiermacher (Filósofo alemán), la hermenéutica cobra plena relevancia filosófica, y comienza a aparecer como una teoría general de la interpretación y la compresión. Propone que los datos históricos y filológicos sean únicamente el punto de partida de la comprensión y la interpretación, que al reconstruir la génesis del texto se genere una identificación con el autor que exceda el mero entendimiento de textos, sino que haya una comprensión del todo, Gadamer señala que al interpretar un texto se está actualizando un proyecto, replanteable continuamente en base a lo que resulte de indagaciones posteriores en el texto.

Mientras que las ciencias naturales buscan explicar y controlar las leyes del mundo físico mediante procesos estructurados en forma rígida, normativa o como un canon llamado "métodos cuantitativos" que tiene su fundamento en la filosofía positivista, las ciencias sociales buscan interpretar y comprender los motivos internos de la acción humana, mediante procesos libres, no estructurados, sino sistematizados, a los que inapropiadamente se les llama "métodos cualitativos", por la resonancia positivista, pudiendo llamarse "procesos cualitativos", que han dado origen a diversos enfoques hermenéuticos como el fenomenológico, de Dasein, de la comprensión del sentido, el neokantiano, el lingüístico, etc., que tienen su fuente en la filosofía humanista, y que han facilitado el estudio de los hechos históricos, sociales y psicológicos del ser humano, soslayados en un tiempo por los métodos positivistas.
Estos "procesos cualitativos", que se preguntan ¿cómo se interpretan los motivos de la acción humana? y ¿cómo se comprende lo interno y subjetivo del hombre?, han dado respuesta a las cuestiones fundamentales referidas al origen y sentido de la comprensión humana, las cuales han tenido un desarrollo intelectual importante desde el siglo XIX, a raíz de la complejidad que caracteriza a la sociedad postindustrial, lo que ha dado origen a diversas escuelas y corrientes hermenéuticas como son: a) Las ciencias del espíritu de Wilhelm Dilthey, b) La Sociología Comprensiva de Max Weber, c) La Formación de Conceptos y teoría de las Ciencias Sociales de Alfred Schütz, d) El Lenguaje como Medio de la Experiencia Hermenéutica de Hans-Georg Gadamer, e) La filosofía del Lenguaje de Ludwig Wittgenstein y f) La Intencionalidad y Explicación Teleológica de Henrik von Wright, que constituyen hoy en día los pilares de la interpretación y comprensión hermenéutica, como procesos cualitativos que pueden constituir una base para la investigación.
La auto comprensión crítica de la sociedad nos revela que el conocimiento esta vinculado a la praxis social a la acción, “la relación de la teoría con el ámbito de las prácticas sociales, en el plano teórico, se construyen métodos, conceptos e imágenes que vuelven al mundo de la práctica proyectando en él la lógica lineal y la coherencia que solo es posible allí donde el pensamiento cree que ha sido capaz de abstraerse de las filiaciones, pertenecías e ampliaciones que influyen en él” de este modo, la comprensión del conocimiento como acción social orientada reconoce en si el sentido que le confiere el interés de la acción cognitiva.
Un concepto importante a analizar es el concepto de la objetividad de los científicos sociales, es una opinión generalizada entre los estudiantes de sociología de que la objetividad en las ciencias sociales no es posible o que no existe. El texto del profesor José Darío Herrera, nos muestra de que no solo es posible sino que es necesario y de gran valor la búsqueda de la objetividad del conocimiento acerca del mundo social en donde es muy importante mejorar la comunicabilidad de las diferentes disciplinas y el mundo de la práctica. Primero argumentare porque es posible la objetividad, creo que antes que nada para que sea posible uno tiene que creer en ella, pero la objetividad no es como Dios, no existe de modo trascendental o de modo independiente a nosotros. La objetividad, como la entiendo es la construcción intersubjetiva de la veracidad de un conocimiento. De alguna manera se sustenta en la creencia, pero estamos hablando de ciencia, esta creencia en la verdad de un conocimiento tiene que estar sustentada de una manera especial, esto es, racionalmente. Por ejemplo si alguien afirma que el sistema capitalista es alienante, tiene que añadir a continuación las razones, o sea los argumentos por los cuales afirma lo que afirma. Tal sentencia, entonces tiene que recorrer un largo camino para llegar a la meta de la objetividad cognoscitiva, que implica luchas intelectuales, y cuando un número relativamente grande de intelectuales cree que el sistema capitalista es alienante, estamos cerca de tener un conocimiento objetivo de la realidad. Claro está que este tipo de objetividad es frágil, ya que depende de la subjetividad, de los sujetos, pero siempre en plural, depende de un colectivo, un grupo, pero siempre aparecerá un otro que cuestione ese conocimiento objetivo, acusando precisamente de que no es objetivo ese conocimiento, siempre habrá alguien que opine que afirmar que el sistema capitalista es alienante está distorsionado ideológicamente, por tanto la Objetividad en las ciencias sociales implica una lucha intelectual por adquirir el status de objetividad.
La objetividad no tiene que estar vinculado necesariamente a una verdad absoluta, de hecho la ciencia misma pone en tela de juicio esa existencia. Además la cuestión de la verdad está un poco lejos del saber científico. Hasta sería errado decir que nos manejamos con verdades relativas, más bien creemos que existen niveles de objetividad, que están mas vinculado con la mayor o menor facticidad de un conocimiento.
Estoy de acuerdo en que sin criterios de objetividad mínimos no habría posibilidad de ciencia alguna. Desde el momento en que se empieza a comunicar un conocimiento, se está apelando a ciertos criterios de objetividad para que otra persona, a través del entendimiento, llegue por así decirlo no solo a comprender lo que se dice sino que llegue a aceptar un conocimiento como real. Una realidad que siempre será provisoria, ya que así son las reglas de juego en la ciencia, a diferencia de una creencia o convicción política. Como ejemplo podemos citar que uno de los problemas del marxismo, es que confunden el conocimiento científico con las convicciones políticas, no decimos que estén desligadas, pero cada una de ellas tiene reglas que son algo diferentes, podemos también ver que tantos en las religiones como en los discursos políticos es inevitable establecer ciertos dogmas relativamente incuestionables, en la ciencia no es así, precisamente porque el conocimiento científico tiene que ser un conocimiento con cierto nivel de objetividad que tiene que evitar cualquier tipo de dogmatismo, y por eso mismo tiene que estar abierto al debate igualitario y democrático.
Otro elemento importante es la flexibilidad teniendo en cuenta la afirmación de Bourdieu cuando utiliza la expresión "objetivación del sujeto objetivante", focalizándose en la posibilidad del científico de objetivar su propia práctica mediante la realización de una vigilancia epistemológica constante sobre su labor como investigador, controlando especialmente el inconsciente colectivo inscrito en las categorías del entendimiento científico. Esta nueva perspectiva del concepto, que contiene tres dimensiones, se liga a la posición del analista en el campo científico o académico, se vincula con la idea de epistemocentrismo, y con su modo de relación con ese objeto de conocimiento. Entonces, la reflexividad es entendida también como la necesidad de un retorno sobre el propio investigador y su universo de producción, siendo esta reflexión un proceso indispensable para la creación de conocimiento dentro de las ciencias sociales.

Hermenéutica, sabemos, es el arte de la interpretación. Pero, qué es una interpretación “diatópica”? Para ello recordemos que la hermenéutica es el arte de comprender al otro, y para ello, de interpretarlo, decodificando el sentido de sus actos y de sus creaciones para recodificarlos en un registro propio. Este es un proceso muy complejo puesto que nosotros no podemos dejar de lado nuestro topo cultural y transportarnos completamente en el topos de la cultura del otro. El intento de colocarnos en el punto de vista del otro parece ser, de entrada, un intento fallido. La hermenéutica diatópica es justamente la apuesta por hacer de este intento, una tarea aunque inconclusa por definición con sentido. “... Comprender determinada cultura a partir de los topos de otra cultura es una tarea muy difícil y, para algunos, imposible. Partiendo del presupuesto que no es una tarea imposible, es importante para llevarla a cabo, una hermenéutica diatópica, un procedimiento hermenéutico adecuado para guiarnos en las dificultades a ser enfrentadas, aunque no para superarlas enteramente.
El punto de partida es el reconocimiento mutuo del carácter incompleto y finito de nuestras comprensiones culturales del mundo. Este es el punto de partida del diálogo. No hay diálogo si no hay primero una toma de distancia crítica del propio punto de vista. Autoreflexión y diálogo son dos caras de la misma moneda. Por eso es muy importante que cuando hablemos de educación intercultural insistamos en la necesidad de incorporar en ella la formación de la conciencia crítica, autocrítica, la capacidad para la autoreflexión de lo propio como punto de partida para la valoración de lo ajeno. Este es hay que decirlo uno de los grandes aportes de la modernidad occidental, pero sólo en el plano del pensamiento, no así en el plano de la historia.
La hermenéutica diatópica parte pues del presupuesto de que no hay interpretaciones acabadas, de que no hay culturas completas y de que todas las interpretaciones culturales de la dignidad humana son incompletas y finitas. Pero “tal incompletud no es visible desde el interior de las culturas” Para hacerla visible hay que vernos desde la mirada del otro. Esta es la apuesta de la hermenéutica diatópica. Visualizar nuestras propias ideas y convicciones desde las ideas y convicciones del otro, observarnos desde su mirada. Esto nos proporciona la posibilidad de ver no sólo la incompletud sino también el carácter no evidente de nuestras evidencias. De allí que en los intercambios y diálogos interculturales experimentamos frecuentemente la necesidad de explicar o de justificar ideas o acciones que en nuestra cultura son evidentes o de sentido común, El objetivo de la hermenéutica diatópica dice Boaventura de Sousa no es, alcanzar la completud, sino, por el contrario, ampliar al máximo la conciencia de incompletud mutua por intermedio de un diálogo que se desarrolla, por así decir, con un pie en una cultura y el otro en otra cultura. En esto reside su carácter diatópico “
Es cierto y nosotros somos los primeros en decirlo que para que el diálogo intercultural sea una posibilidad real hay que empezar por crear dialógicamente las condiciones que los hagan posible. Pero también es cierto que tenemos que esclarecer conceptualmente de manera anticipada qué es lo que queremos crear. En este sentido el aporte de la hermenéutica filosófica a la renovación de la teoría clásica de los derechos humanos podría ser fundamental. El camino está trazado, no concluido.

A manera de conclusión podríamos afirmar que La ciencias sociales modernas, intenta trascender las posibilidades y las limitaciones de la conciencia histórica moderna, que cuanto menos relativista es un científico social, mas cree esa persona en el progreso de la ciencia, así espera que sus resultados sean reelaborados, mejorados o perfeccionados en el futuro, que todo científico social, tiene que tratar con su espiral hermenéutica, un científico social regresa a la misma cuestión o problema una y otra vez, comprendiendo algo un poco más, comprendiéndolo de un modo distinto, pero siempre consciente de que no se llega a alcanzar la comprensión, ¿Cuál es el límite?, el buen juicio del científico social. La verdad no es meramente teórica. Es también práctica. Sin embargo nunca es pragmática. La verdad puede considerarse como absoluta, como perenne, y también como histórica, pero es siempre subjetiva en el sentido que tiene impacto sobre nuestra experiencia.



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