9/06/2016

PARADIGMAS DE LA FORMACIÓN  DE INGENIEROS Y EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS FACULTADES DE INGENIERÍA

En Colombia existe un cierto consenso sobre la existencia de una crisis que afecta a la ingeniería tradicional. Es un hecho que la profesión ha perdido presencia y liderazgo en los asuntos relacionados con el desarrollo social y material de los países, al tiempo que se echa de menos los extraordinarios aportes de la ingeniería en las primeras décadas y mediados del siglo XX. ¿Cuáles son los elementos y manifestaciones de esa crisis? ¿Qué nuevos atributos, amén de los tradicionales, exigen a la profesión los nuevos tiempos? ¿Cuáles cambios en la formación de los estudiantes deben contemplar las facultades de ingeniería?

La concentración del ingeniero en lo técnico y el orgullo de su técnica le han impedido a ese profesional la visión sistémica, lo han llevado a desconocer con frecuencia implicaciones sociales, y le han dificultado el diálogo con otras disciplinas y profesiones. Su poca relación con las humanidades y el arte explica en algún grado una pérdida del sentido de grandeza, sentido que se relaciona con los aspectos éticos y estéticos que debe llevar consigo toda obra de ingeniería.

En colombiano se agregan, además, algunos elementos específicos: ausencia de  investigación y de estímulo a la creatividad y a la innovación; poca atención a graves problemas  nacionales; al igual que en otros sectores de la vida nacional, la corrupción ha penetrado el  ejercicio de la ingeniería; el peso del individualismo y la falta de solidaridad se oponen al trabajo en equipo y a las construcciones colectivas; la proliferación de carreras y denominaciones en ingeniería están  llevando a una seria disminución de calidad y a una pérdida de identidad en la profesión. A propósito, según datos recientes, había en el país 398 programas de ingeniería con 69 denominaciones distintas, y una de éstas era ¡ingeniería de radio y televisión.

 La poca relación de los grupos universitarios de investigación con la empresa y los centros de desarrollo tecnológico, el retraso en la formación doctoral en ingeniería, y el predominio de la adquisición o adaptación de tecnologías del exterior, son a la vez causa y efecto de la poca investigación que se lleva a cabo en las Facultades de Ingeniería. Con respecto al desarrollo tecnológico, existen tres categorías de países: los que lo producen, los que los transfieren y adaptan, y, finalmente, aquellos que lo compran ciegamente. Cabe preguntarse en qué categoría esta Colombia.
Da pesar observar con frecuencia la poca o nula transferencia tecnológica o de conocimientos que el país obtiene cuando se emprenden grandes proyectos de infraestructura por parte de firmas del exterior, o cuando se adquieren patentes y licencias provenientes de países desarrollados. Señala un estudio reciente de la Universidad de los Andes y la Corporación para la Investigación y la Docencia Económica, de Medellín, que en el medio industrial es clara la ausencia de flujos nacionales de conocimientos tecnológicos y la pobreza de ingenieros con altos niveles de formación. En pocas palabras, que es marginal el papel de la capacidad científica nacional en la rápida transformación tecnológica que el sector productivo ha experimentado en los últimos años.

Múltiples son las expresiones de la crisis y entre ellas podría citarse la pérdida de aprecio social por la ingeniería, la ausencia de liderazgo de la profesión, la casi inexistencia de comunidades técnicas, el marchitamiento de las sociedades profesionales, el desempleo y subempleo que padecen los ingenieros, y la constante pérdida de cargos técnicos del sector público que tradicionalmente habían sido ocupados por profesionales de la ingeniería.

El pasado enseña que los ingenieros ocuparon un papel preponderante en la sociedad cuando se vincularon al desarrollo industrial y se preocuparon por los efectos de la acción profesional sobre aspectos sociales y administrativos. El proyecto de la Escuela de Minas, emprendido por don Tulio Ospina y otros pioneros hacia fines del siglo XIX, fue exitoso porque entendió la función que la ciencia y la tecnología podían cumplir en la construcción de un país moderno. Hoy las circunstancias y los medios son bien distintos pero la finalidad tiene cierta analogía: cómo diseñar una ingeniería que responda a la necesidad de crear una nueva sociedad en un país agobiado por la violencia y la intolerancia, retrasado en el conocimiento científico y tecnológico, y cada vez más ajeno a las condiciones de competencia que reclaman los nuevos escenarios de la economía internacional.

Además del desempleo estructural que afecta a la profesión, ha aparecido el fenómeno del subempleo, sobre todo cuando los ingenieros desempeñan tareas que podría realizar un tecnico. Aquí existen más ingenieros que tecnólogos, al revés de lo que ocurre en el medio internacional, al parecer por una subestimación del papel que pueden cumplir aquellos últimos.

Por ello es útil señalar que un libro titulado "La ventaja competitiva de las naciones", publicado en 1990 y cuyo autor es Michael E. Porter, puso de presente la significativa contribución de las instituciones técnicas de Alemania e Italia a los aumentos de la productividad en dichos países.  Sobre la pérdida de cargos tradicionales, es pertinente preguntarse en qué medida ello se explica por el frecuente desentendimiento del ingeniero con respecto a aspectos políticos y sociales.

La crisis de la ingeniería se ha acentuado en razón de una serie de factores aparecidos en las últimas décadas, en especial relacionados con la complejidad de los problemas (teniendo claro que no es lo mismo complicado que complejo), así como con la existencia de múltiples intereses y actores. La dimensión técnica de un asunto dado sigue siendo importante, pero además es necesario lidiar con grupos de presión, interactuar con ambientalistas, tener en cuenta aspectos políticos, sociales y legales, en general, entenderse con un nuevo ciudadano más consciente y existente que en el pasado. De otro lado, la era del conocimiento y la información, así como la velocidad del cambio tecnológico, están mutando la sociedad y la industria, por ende, afectando el ejercicio profesional de la ingeniería.

Siguen teniendo vigencia ciertas cualidades tradicionales del ingeniero como apego a la realidad, sentido de lo cuantitativo, capacidad de modelar, servir de puente entre la ciencia y la tecnología, potencial como innovador y líder para la industria. Pero ellas ya no son suficientes, es necesario considerar otros atributos tendientes a la orientación del uso de la tecnología, la capacidad interdisciplinaria, el buen uso del lenguaje y la comunicación, la percepción de las relaciones entre lo técnico, administrativo, político, económico, ambiental... ser un profesional con pensamiento complejo.

En suma, se requiere un profesional de la síntesis y la integración, o sea, un profesional que sea capaz, además de separar para analizar, de reunir para sintetizar o complejizar, de modo que un problema dado aparezca en su contexto natural. La visión reduccionista, aquella que se concentra exclusivamente en la tarea aislada, destruye la solidaridad y la responsabilidad. Podría decirse, entonces, que el pensamiento complejo lleva consigo una misión ética.

Lo anterior exige un trabajo interdisciplinario en el cual el ingeniero puede desempeñar una tarea muy significativa si es capaz de sostener un diálogo respetuoso con otros saberes, y al mismo aporta, en especial, su capacidad de buscar soluciones óptimas o cercanas al óptimo no sólo en lo técnico económico sino también en lo político, social, ambiental...

Tres paradigmas se han dado en la historia de la ingeniería. Hasta fines del siglo XVIII no existía la profesión tal como se conoce hoy; se construía intuitivamente, con base en ensayo y error, a la manera de los artesanos según la tradición de maestros y aprendices. Podría decirse que los embriones de arquitecto e ingeniero se confundían en el Maestro Constructor, y ésta trabajaba en el sitio de la obra. Éste es el primer paradigma.

Debido a las exigencias de la revolución industrial, y gracias a la aparición de las primeras escuelas de ingeniería en Francia, empieza a perfilarse la ingeniería como arte (segundo paradigma), es decir, como un oficio especializado que exigía destrezas y habilidades muy elaboradas. El segundo paradigma dura más o menos hasta la segunda guerra mundial. Luego aparece la ingeniería con base científica, el tercer paradigma. Se aprovechan al máximo las ciencias exactas y naturales para fundamentar la profesión, se desarrollan las llamadas ciencias de la ingeniería como la hidráulica, la resistencia de materiales, las estructuras, etc., y se acelera la creación de nuevas ramas de la ingeniería, distintas a la civil.

La necesidad de sintetizar e integrar las diferentes miradas o dimensiones de un problema llevan a proponer un nuevo paradigma para la ingeniería, acorde con los tiempos que corren, y que podría llamarse el de Maestro Integrador. Este cuarto paradigma tiene cierta coincidencia con ideas expresadas en artículos y seminarios realizados en Colombia durante la última década (en especial la ponencia “La ingeniería y su impacto social y económico”), y también recoge conceptos emitidos en un importante coloquio internacional sobre el futuro de la Ingeniería Civil y Ambiental, llevado a cabo hacia principios del año 2000 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
La obtención de los atributos profesionales antes señalados exige cambios académicos a las Facultades de Ingeniería, algunos de ellos de carácter radical. Dichos cambios deben ser estudiados por directivas, profesores, estudiantes, pero hoy más que nunca se requiere una urgente participación de esa discusión por parte de sociedades profesionales y egresados, consultores, empresarios, gobernantes y políticos.

Un primer punto se refiere a la ineficacia de la docencia tradicional y de la acumulación de cursos en las carreras de ingeniería. Es imperativo aprovechar nuevos escenarios o encuentros pedagógicos, como los relacionados con los seminarios (en el sentido alemán del término), el análisis de casos, los grupos de trabajo, la realización de proyectos, el trabajo en comunidades, la interacción con las empresas, etc. Los grupos de trabajo en seminarios y proyectos pueden posibilitar la acción interdisciplinaria y beneficiarse de un apto mecanismo para la integración de conocimientos. Escenarios como estos últimos constituyen un medio excelente para aprender a discutir sin pelear, comunicar con efectividad y hacer presentaciones. Otros objetivos pueden lograrse mediante un ambiente cultural en el campus universitario, las actividades extracurriculares, los clubes, centros de interés, etc.
Dada la velocidad del cambio tecnológico y de la obsolescencia profesional, es indispensable un énfasis en la formación básica, al igual que en la flexibilidad curricular. Pero el Maestro Integrador ya mencionado no podrá obtenerse con la sola formación de un primer grado, pues aquel requiere la madurez y la acción investigadora que por lo general se adquieren después de estudios de posgrado. Es del caso pensar que en el mediano o largo plazo el ejercicio de la ingeniería exija un grado de Magíster, con énfasis en lo profesional, después de un primer grado en ciencias o en ciencias de la ingeniería.

Otra urgente tarea concomitante no puede ser eludida por las Facultades de Ingeniería. El uso de Internet y las pedagogías fundamentadas en el conectivismo están modificando tanto la docencia como el ejercicio profesional de la ingeniería, y Colombia enfrenta en este campo un retraso considerable. Grandes centros como la Universidad de Stanford y el Instituto Tecnológico de Georgia, en Estados Unidos, tienen ya estudios de maestría en ingeniería diseñados específicamente para la red mundial, ya en muchos países se da más fuerza a los programas de formación virtual.

El uso de Internet y de los multimedios en el computador puede relevar al profesor de la tarea rutinaria de proporcionar información básica además permite dedicar más tiempo a la comunicación del conocimiento tácito, el encuentro interpersonal con el estudiante, el trabajo con pequeños grupos, y la labor de síntesis, crítica y evaluación (educación Inversa). La disminución del trabajo presencial puede permitir a las mejores universidades del país expandir virtualmente el campus, de modo que se revierta una tendencia actual: la gran demanda de cupos en la educación superior ha venido siendo atendida por universidades de menor desarrollo relativo o definitivamente mediocres.

¿Que será la universidad del futuro?, algo que por supuesto tiene enorme importancia para la profesión de ingeniería. La universidad del futuro será aquella que logre el encuentro de científicos y técnicos, por un lado, con humanistas y artistas, por el otro. Dichas visiones, a pesar de ser complementarias y exigir interacción, se encuentran muy separadas ello puede explicar en algún grado una de las tragedias de los tiempos actuales: el avance y dominio de la tecnología, frente al retraso de los valores y la condición humana.
Recuérdese lo que se decía sobre el ingeniero como orientador de la tecnología. Si a la formación en este campo se agrega una mayor comprensión de la cultura, sensibilidad social y sentido de la solidaridad, se tendrá un profesional con una preparación excepcional para no sólo manejar la tecnología sino para orientarla hacia la consecución de fines humanos.

Aquí habría que hablar, más que de interdisciplinariedad, de conocimiento transdisciplinario, o sea, de un conocimiento que vaya más allá de una simple disciplina. Dice Edgar Morin en el prólogo a un documento de la UNESCO sobre la educación del futuro: "El humano es a la vez físico, biológico, síquico, cultural, social, histórico. Es esta unidad compleja la que está completamente desintegrada en la educación a través de las disciplinas y que imposibilita. aprender lo que significa ser humano. Hay que restaurar dicha unidad compleja de tal manera que cada uno desde donde esté tome conciencia de su identidad compleja y de su identidad común".  Continúa Morin: "A partir de las disciplinas actuales, es posible reconocer la unidad y complejidad humanas mediante la organización de conocimientos dispersos en las ciencias de la naturaleza, en las humanas, en la literatura y la filosofía, y mostrar la unión indisoluble entre unidad y diversidad de todo lo humano".

8/09/2016

Una mirada desde la complejidad a la crisis de la educación 
Jose  Manuel  Castelblanco  Arenas 
La importancia  de integrar los conceptos del conectivismo y el pensamiento complejo a la estructuración de modelos educativos que  permitan  repensar las formas como enseñamos, son elementos que nos ayudarán a la formación de ciudadanos comprometidos con su cuerpo y su territorio para alcanzar objetivos de competitividad en el mundo moderno y esto debe ser tenidos en cuenta por los profesionales de la pedagogía y por los estudiantes que reciben esta la formación.
Según Morín, E. (2003) el pensamiento complejo “está animado por una tensión permanente entre la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista y el reconocimiento  de lo inacabado e incompleto del conocimiento”. Integrar este pensamiento al contexto educativo representa una exigencia mayor al conocimiento y es un aporte significativo a la actitud del sujeto para dejar de lado el simplismo del aprendizaje, aprendiendo a aprender e incluyendo la complejidad, en la cual según Maldonado, C. (2003) “el conocimiento de la complejidad nos permitirá sencillamente actuar mejor, de acuerdo con el contexto de referencia, las especificidades del sistema o de la situación y los componentes y propiedades observados”.
El pensamiento  complejo se va construyendo a través de la indagación y búsqueda del conocimiento y por ende se logra también en la comparación de conceptos con el fin de lograr conclusiones definidas y enriquecidas por cada nueva investigación que se realice.
El proceso de aprendizaje fundamentado en el pensamiento complejo, propone nueva generación de escenarios aun cuando existan otros ya propuestos con bagaje de investigación, ya que el propósito real del mismo consiste en analizar, conocer y dar vía a nuevas alternativas y situaciones que permitan ser puente para la educación del sujeto y para lo cual es necesario aprender a aprender, y no solo se trata de los conceptos o ideas de un tema puramente académico si no que más bien es un aprendizaje de actitud, donde el sujeto obtiene el conocimiento de una red de conexiones que lo complementan teórica y personalmente.
Santamaría, F. (2011)  afirma que “en la educación es cada vez más precisa la posibilidad de enfrentarse a los problemas fundamentales y globales del individuo, del ciudadano, del ser humano. Para poder plantear estos problemas es necesario reunir una serie de conocimientos separados en disciplinas. Se exige, así, una forma más compleja de conocer, de pensar”.
Esto según Morín significaría que la educación se encuentra atrasada en lo que respecta a la riqueza multidimensional del ser humano y es necesario que la transmisión del conocimiento de experiencias y de valores dentro del campo educativo  sea expansiva, de modo tal que se realice la toma de información con mayor amplitud y profundidad, considerando las diferentes posibilidades que le acerquen a la verdad, la cual no es  producto del azar, sino más bien, se compone de múltiples puntos de vista aplicados a la observación y  la crítica que pertenecen tanto al entorno investigado como al propio sujeto investigador.  Por lo tanto, los puntos de vista consisten en lo que conforma el pensamiento, construirlo se refiere a una actividad donde se procesan los datos, imágenes, referentes y opiniones propias para conformar un concepto.
El desarrollo del pensamiento se enriquece a través de la educación, que se entrama en nuevos conocimientos y conceptos que permite localizar ideas por medio del aprendizaje de información y da lugar a la vinculación en los conceptos mentales del sujeto para ser utilizadas en el desarrollo de sus habilidades. Al haber atravesado este proceso de construcción, se llega al concepto, el cual “se refiere a una idea que concibe o forma entendimiento, es decir  son imágenes mentales capturadas o retenidas en la mente, que explican o resumen experiencias, razonamientos o imaginación, las cuales emergen de la interacción  con el entorno, cuando en la mente se almacena una gran cantidad de información, el concepto nace de esa información y le da sentido”[1].
La dinámica del concepto comprende elementos que son diferentes del acto individual o aislado; entonces, estos elementos que eliminan las barreras del pensamiento mediante datos enfocados y con sustentación informativa, corresponden a la construcción del concepto mediante diversas fuentes que encierran el todo del tema determinado. Todo lo que conlleva el concepto debe intervenir directamente con la realidad, pues no puede ser una idea vaga sin fundamento, sino que al contrario se debe considerar que los esquemas cognitivos que lo compongan, han de poseer bases temáticas, experimentales y/o de investigación que le precedan.

El Proceso de la Educación y el pensamiento complejo

La educación, se ha concebido como el proceso a través del cual se construye el sujeto y mediante el cual se le brindan posibilidades para que intervenga en pro de la sociedad.  Entonces, el factor a resaltar de la educación es que se le considera tal como lo menciona Daros, W. (2012) “la manera en la que cada persona, en el ejercicio de sus posibilidades, se da, en la interacción social, una forma de ser.”
Trabajar en esa construcción de autonomía en el sujeto, es parte del proceso del pensamiento complejo y éste se debe introducir preferiblemente, desde la edad temprana y de forma constante, para que él también sea actor del proceso educativo con la guía del profesional en educación, lo que dará como resultado una persona proactiva, que interactúa socialmente y que además logra los objetivos propuestos en el aprendizaje.
De esta manera,  se espera que las prácticas educativas brinden a los estudiantes los conocimientos, principios y herramientas necesarias para que se conviertan en ciudadanas y ciudadanos que generen cambios en sus propios escenarios, y que consideren la importancia de estas metas como factores que inciden de manera universal, ya que se enfocan directamente en el desarrollo y el bienestar de toda la sociedad, tal como lo dicen los puntos de vista de pensadores como Kant, Freire, Habermas y Morín. De acuerdo con Daros, (2012) la educación se define como el “camino final que lleva a la humanidad a su plena autoconciencia y a la emancipación de los individuos y las sociedades”.
La Perspectiva del Pensamiento Complejo
Los aportes de Morín (2009)  indican que la complejidad unifica la simplicidad y no como una única verdad sino, que al llevarla a un estado multidimensional le permite abarcar mayor cantidad y calidad de conocimiento, en donde el sujeto aprende de la realidad externa, sumándolo a lo que el percibe y comprende de manera subjetiva de esa realidad, tal como lo dice él de esta forma: (Morín, 1994) “nuestra realidad que es a la vez natural y meta-natural, es decir cosmofísico-bio-antropo-sociológica”.
Por otro lado, Juárez, J. y Comboni, S.  (2012) mencionan que dentro de los propósitos del pensamiento complejo están:
                Romper con la idea de la separación del sujeto y el objeto
                Desligarse del método cartesiano
                Desvincularse del orden determinista
                Romper con el pensamiento simplificador.
Al tomar el camino del pensamiento complejo,  la explicación pasa de estar en un estado simple hacia uno complejo, en el que se tiene en cuenta no solo una vía de respuesta sino al que también se le atribuye la opción de enlazar conceptos con  respecto a las contradicciones, oposiciones  y desintegraciones que una vez reconocidas pueden ser organizadas y analizadas para ser expresadas y dejar  de lado la simplificación corriente de cualquier tema para “lograr” explicarlo y además, se crea una capacidad de comprender la realidad compleja que va en constante cambio para que al fundamentar los conceptos e ideas  con base en esta realidad, se determinen los parámetros y las guías educativas de la sociedad.
Como lo ha señalado Morín, el pensamiento complejo es una invitación a salir de una manera sencilla de ver las realidades a partir de la cual la especialización, y en particular la hiperespecialización, hace que cada persona conozca un pequeño fragmento de la realidad y que el objeto del conocimiento sea para su estudio desvinculado de la realidad donde actúa. Así un texto, una frase, requiere saber el contexto en el que está escrito o en el cual se pronuncia.
La complejidad del pensamiento también se aúna con la teoría de los sistemas adaptativos complejos, la dinámica no lineal, la teoría de los sistemas dinámicos, la teoría del no- equilibrio y la teoría del caos. Esto permite que el sujeto pueda manejar el concepto de “incertidumbre” y aun así llegar a organizar un concepto sobre dicho estado que permiten crear conceptos no lineales sino más bien dirigidos a la multimensionalidad que es una transformación a la expansión del pensamiento de la educación lineal.
Los procesos educativos vienen siendo lineales dentro del contexto de fundamentos teóricos que no se han constatado, ideas, percepciones y mecanismos de investigación; que no conducen directamente a una verdad adquirida, sino realmente se convierten en una verdad heredada ya que se transmiten de generación a generación por medio del los métodos de enseñanza-aprendizaje.
Heredar información, conceptos y saberes es indispensable ya que al conocer la historia del entorno en el que el sujeto se encuentra se tiene un campo amplio para el análisis y para encontrar respuestas a los interrogantes que se plantean. Sin embargo, la verdad adquirida por acciones que se llevan a cabo mediante la observación, experimentación y búsqueda de conceptos contrarios, le permite no solo  mayor visión, sino que también le aporta en el sentido amplio en  que el sujeto puede afirmar y estar seguro de sus conceptos.
Al asumir esa seguridad por la información adquirida, la respuesta de cada tema que es investigado tiene fundamento y se convierte en una convicción temporal, ya que es certeza de lo que ha descubierto. Pero no por esto es un concepto cerrado a nuevas ideas, pues, está en constante desempeño de alimentar el concepto con los cambios de tiempo, de cultura, sociales, políticos, económicos y de múltiples temas que pueden influenciar la variación informativa que se da a su alrededor, teniendo así un conocimiento con bases profundas pero también flexible al cambio.
El pensamiento complejo lleva a repensar la educación de un modo tal que esta se expande a nuevos horizontes y se lanza a ser una relación de conocimientos que lleven al sujeto a desarrollarse con metas y objetivos claros para que las competencias que posee alcancen las exigencias del mundo moderno y que exprese y conozca la manera de solucionar los nuevos interrogantes que se le presentan y de los cuales tal vez no tenia ninguna información previamente. Formando así, no solo estudiantes sino que además fomenta el desarrollo de ciudadanos capaces de ser críticos en el aprendizaje y en la enseñanza, permite que se forje una sociedad realmente participativa en pro del desarrollo de todos y del todo, puesto que se desafía a no dejar nada de lado sino que el sujeto alcanza la construcción  de un mundo en ascenso a partir de la visión compleja del mismo, sin dejar de lado los valores, el progreso, la cultura, la moral,  para un nuevo mundo que no se puede opacar por el tecnicismo (Houssaye,2003).
En miras de lo que menciona Houssaye, es fundamental que la educación que se otorga desde los primeros años hasta la edad adulta esté enfocada en la visualización de un mundo que cada vez es más complejo, que comprenda la importancias de abarcar todos los parámetros que necesita el sujeto para desempeñarse productivamente en la sociedad; de un sujeto que sea capaz de crear, de innovar, de ser objetivo, critico y propositivo.
Si se adopta el pensamiento complejo en todos los ámbitos de la educación, se asegura que el desempeño del sujeto será competente para una sociedad como la actual, ya que  permite desinstalar creencias adquiridas no modificables por los modelos socio-culturales y así mismo, a través de la complejidad, permite incorporar a su pensamiento nuevas creencias, e ideas de lo existente a nivel global, de manera tal, que el lugar donde se desempeñe el sujeto no sea un obstáculo para su desarrollo personal y profesional, sino que al contrario le permita adaptarse y manejar la actual complejidad para provocar, discutir y crear tendencias que se aplicarán a futuro y que le permitan asumir la universalidad.
Entendiendo la universalidad, como lo que se busca a través de la integración de la complejidad en la educación, lo que permite que los cambios enriquezcan el saber y no que lo debiliten con el paso del tiempo, así como a partir de las nuevas tecnologías, sino que ante esta situación, se eduquen nuevos patrones culturales que conlleven al progreso de un sujeto, una sociedad y un país para ser parte de un engranaje mundial que busca el bien de todos.
Para esto, se requiere adaptar las nuevas tecnologías a la complejidad para dar respuesta a las necesidades del mundo actual mediante una intervención en los sistemas educativos, que lleven a la expansión de la cosmovisión por parte de la sociedad que se está educando y que como objetivo principal que tiene, es avanzar en la búsqueda de la verdad; una palabra tan compleja que abarca múltiples puntos de vista y razones y que es un objetivo que comparte el pensamiento complejo, que al ser aplicado en la educación, ésta signifique una educación integral, competitiva y óptima estructuralmente para la sociedad.
Tecnologías de la Información y la Comunicación, Nuevas Formas de Pensar

En la actualidad se requiere de competencias por parte de los profesionales en educación así como también de los estudiantes que sean conocedores de los avances en tecnología y conocimiento innovador, en lo que respecta a propuestas científicas y tecnológicas. Ya que estas, han mejorado su condición de vida y también han demandado nuevas necesidades, que, a su vez, implican, nuevas intervenciones que vinculen los modos de comunicación protagonistas de estos cambios acelerados, tales como, el  internet y las recientes tecnologías de la información y comunicación (TIC) que han posibilitado por medio de dispositivos como computadores, tabletas, teléfonos inteligentes, entre otros, que las personas y comunidades interactúen en tiempo real sin importar la distancia geográfica que haya entre ellas.
De igual manera, el ciberespacio no solo se ha convertido en un gran repositorio de información a la que es muy fácil de acceder, y que también ha motivado a generar contenidos digitales para todo tipo de propósitos: sociales, recreativos, culturales, académicos, políticos, comerciales, religiosos, etc., permitiendo el flujo de conocimiento de forma más asertiva y dinámica, y a la vez a aportado a la educación nuevas formas de enseñanza-aprendizaje.    
En concordancia con la idea de que la educación debe contribuir al progreso de las sociedades, la CEPAL propone abordar la inclusión del mundo digital en los sistemas educativos desde la perspectiva TIC para el desarrollo educativo; esto es, su inclusión en la educación formal debe realizarse con el propósito de utilizarlas como medios para el avance económico, político, cultural y científico. Así, aunque  también han sobrevenido consecuencias problemáticas que ya son tema de discusión en diferentes ámbitos, se han forjado nuevos estilos de vida y mejores maneras de adquirir conocimiento como por ejemplo a través del conectivismo  y que están dispuestos gracias a estos avances, enriqueciendo la estructura de la teoría del aprendizaje.

El Conectivismo

El conectivismo, de acuerdo con Lobo, K. (2012) “es una teoría del aprendizaje basada en la era digital que fue propuesta por George Simons y StephnDownes  la cual conduce a explicar el efecto que la tecnología ha tenido sobre la forma de vivir, comunicarse y aprender”.
De este modo, el conectivismo, potencializa el desarrollo del pensamiento complejo y es base fundamental actualmente para los profesionales en educación, puesto que los  maestros deben  estar conscientes de que los niños, niñas y jóvenes que llegan a las aulas, están permeados por la era digital y buscan información que puede promover aprendizajes, que en este caso estaría dado  a través de las conexiones o redes siendo el maestro el responsable de que este suceda a partir de la interacción con ese saber.
Este reconocimiento se ve claramente intervenido en el mundo moderno por el entorno virtual, lo que hoy en día se ve representado en el aprendizaje por medio de las TIC y en el que se presenta un constante cambio de ideas y conceptos preconcebidos, puesto que no solo se guía de una sola fuente sino que al contrario son muchas las que pueden participar en la unificación y descripción del objeto investigado.
Además, hay que tener en cuenta que introduce los cambios que pertenecen a la modernidad y que generan una educación a nivel grupal, menos individualista ya que al pertenecer y participar en las redes de comunicación se da apertura a muchos conceptos que de otra forma no sería posible alcanzar centrándose en el trabajo unos con otros sobre una temática en común. Esto se relaciona con la universalidad del aprendizaje que permite el conectivismo y que también se torna como un aprendizaje colaborativo que abre un nuevo camino, un repensar acerca del conocimiento, que además de ser adquirido por y desde los humanos, también puede ser tomado de máquinas como aparatos electrónicos, robots, procesadores electrónicos y otros.

Principios del Conectivismo
Los principios permiten el direccionamiento de las directrices teoricas, en el caso del conectivismo propuesto por Siemens G. (2004) están:
         El aprendizaje y el conocimiento dependen de la diversidad de opiniones.
         El aprendizaje es un proceso de conectar nodos o fuentes de información especializados.
         El aprendizaje puede residir en dispositivos no humanos.
         La capacidad de saber más es más crítica que aquello que se sabe en un momento dado.
         La alimentación y mantenimiento de las conexiones es necesaria para facilitar el aprendizaje continuo.
         La habilidad de ver conexiones entre áreas, ideas y conceptos es una habilidad clave.
         La actualización (conocimiento preciso y actual) es la intención de todas las actividades conectivistas de aprendizaje.
         La toma de decisiones es, en sí misma, un proceso de aprendizaje. El acto de escoger qué aprender y el significado de la información que se recibe, es visto a través del lente de una realidad cambiante. Una decisión correcta hoy, puede estar equivocada mañana debido a alteraciones en el entorno informativo que afecta la decisión.
 Brecha en el Acceso de TIC

Si bien las políticas en TIC de los países latinoamericanos han impulsado el incremento de disponibilidad de tecnologías informáticas para los niños y jóvenes, tanto desde sus hogares como desde los centros educativos a los que asisten, aún persisten desigualdades en el acceso a ellas. En este sentido, los informes del Ministerio de TIC (marzo 5, 2014), reportes de la Unesco (2015) y el reporte de el Periódico el Tiempo (sep 1, 2014) indican que los jóvenes de estratos socioeconómicos bajos tienen menos oportunidades de acceder a un computador con internet que aquellos pertenecientes a las clases altas. El mismo fenómeno se observa entre las zonas urbanas y las rurales, siendo estas últimas las que tienen menor conectividad a internet.
De este modo, la persistencia de la disparidad de acceso impide que hoy en día los jóvenes latinoamericanos más desfavorecidos tengan muchas posibilidades de aprovechar los recursos de esta era para emanciparse, mejorar sus competencias creativas y científicas, tener más oportunidades de ingresar en el mundo laboral o crear sus propios proyectos económicos y, de esta manera, reducir los índices de desigualdad, pobreza y exclusión.
Por otro lado, gran parte de los docentes pertenecen a generaciones que en su infancia estuvieron alejados de las facilidades tecnológicas que se ofrecen hoy en día y, por tanto, han tenido que enfrentar un proceso de alfabetización digital, que a pesar de sus esfuerzos por familiarizarse con estos recursos, aún es común encontrar en entornos en los que está dada la accesibilidad al mundo tecnológico un distanciamiento entre profesor y estudiante en lo respecta al manejo y la comprensión de las lógicas de las TIC.
En el caso colombiano, durante los últimos años se han incluido nuevas estrategias que permiten al estudiante y profesional de la educación básica y media por medio de los programas computadores para educar y vive digital  que las TIC entramaran prácticas educativas con el uso de medios tecnológicos. Sin embargo, el manejo de las mismas no siempre es el más adecuado, ya que la experiencia del profesional en educación no es suficiente en lo que respecta al desempeño, competencias y habilidades necesarias para ser eficientes en los ambientes digitales.
Muchos profesionales de la educación, son renuentes frente a la integración de las nuevas herramientas a los procesos educativos. Infortunadamente, posiciones como esta han marginado el desarrollo de las competencias tecnológicas en los niños y jóvenes, lo cual se evidencia en el hecho de que las TIC todavía se relegan en la escuela a una asignatura, usualmente apartada y desarticulada con los demás procesos de formación. En relación con ello, Carrasco, A. (2014) realiza la siguiente reflexión:

“Las tecnologías de la información y comunicación están cambiando las formas de trabajo y los medios a través de los cuales las personas acceden al conocimiento, se comunican y aprenden, por ello, resulta paradójico como dentro de una institución educativa se puede estar investigando con los últimos procesos y herramientas científicas al mismo tiempo que se sigue "enseñando" con una tecnología convencional; esto es debido, a la escasa formación del profesorado respecto al conocimiento y uso de la tecnología, además de existir problemas relacionados con la actitud de los profesores hacia los nuevos medios. Se puede decir que, sin una adecuada formación del profesorado, no es posible desencadenar la "revolución tecnológica" que la escuela está demandando”.

Las creencias, actitudes, aptitudes y experiencias de los docentes en lo referente al mundo digital son factores importantes que también deben considerarse, en tanto que de ellas depende su disposición para incluir estas herramientas en sus prácticas pedagógicas. Así, la CEPAL afirma que es más probable que aquellos docentes que consideran que la incorporación de tecnología digital mejorará la motivación de sus estudiantes, optimizará el tiempo de enseñanza y redundará en un aumento de la calidad de aprendizaje, utilicen esa tecnología más intensamente.

Debido a esta situación, se requiere que los profesionales en educación, se actualicen en esta área y comprendan la utilidad que estas herramientas de comunicación y tecnología pueden tener en sus prácticas pedagógicas, para que de esta manera enseñen a sus estudiantes a aprovechar al máximo el mundo digital para adquirir conocimientos, innovar y constituirse en ciudadanos comprometidos con su entorno para que no solo el mundo digital represente en ellos la idea del entretenimiento, recreación y participación en círculos sociales, sino que la intervención de los profesionales en educación, ayude a los jóvenes a ampliar este concepto del ciberespacio mediante una labor que requiere por parte de los profesionales en educación, de análisis, estrategia y creatividad.
Por lo anterior, el conectivismo  proporciona a la educación un ambiente que genera un aprendizaje dinámico,  significativo, contextualizado y transdiciplinario que son elementos que sustentan el pensamiento complejo.
 Estrategias del Aprendizaje

Dentro de las  estrategias de aprendizaje  se teje la importancia del cambio de pensamiento para construir una educación que sea asertiva a las competencias actuales y que haga que el  sujeto sea parte del cambio mediante el proceso educativo.

Figura 3. Estrategias del Aprendizaje
Fuente: Mª Rosa Elosúa (1993)

Para generar este cambio, es importante fijar la mirada a siete principios claves que según Edgar Morín (1999) son fundamentales para comprender y establecer la educación del fututo y que actualmente se han ignorado en las diversas áreas de la educación. Estos saberes (ver figura 4) son:

Figura 4. Saberes Necesarios para la Educación del Futuro

 
Fuente: Edgar Morín (1999)

Estos siete saberes superan la educación tradicional que comúnmente se encuentra cerrada a un único punto de vista de los conceptos determinando rotundamente la categorización de las ideas verdaderas y falsas, sin permitir expandir la mente a nuevas visiones del mundo y su entorno.

Este conocimiento fragmentado que se da por la educación tradicional, que no alcanza el nivel de competitividad que hoy en día requiere el sujeto, ya que no tiene en cuenta diversos puntos de vista y fuentes que se focalizan en una temática específica, contrario a lo que se  reconoce a través de la mirada del pensamiento complejo y el conectivismo,  que permiten al sujeto tener en cuenta el contexto que abarca el conocimiento y que para entenderlo es necesario reflexionar sobre el mismo y distinguirlo multidimensionalmente en los diferentes ámbitos que le rodean; ámbitos que van desde lo biológico, emocional, racional, social hasta el nivel psíquico y espiritual.
        
Desde la multidimensionalidad del aprendizaje, este se reconoce dentro de un todo que requiere un proceso de interacción, aplicación y comprensión de la información y no solamente como un fundamento ordenado de ideas y saberes donde el único que tiene voz y voto en la organización y transmisión del conocimiento es el profesional en educación como se conoce dentro de la educación tradicional, impidiendo así una visión global de lo que se aprende, sino que también diversas fuentes de autores, medios y aún el propio interés del estudiante por el saber logra alcanzar ese aprendizaje que se articula en una educación basada en el pensamiento complejo y el conectivismo.

Las diferencias entre la educación tradicional y la que se enfoca en el pensamiento complejo se representan en la siguiente tabla:








Tabla 1. Cuadro Comparativo de Cognitivismo, Constructivismo y Conectivismo
Fuente: Zorro, L. (2013)

Con lo expuesto en la anterior tabla se confirma mediante una breve explicación teórica que el pensamiento complejo  y su  relación con el conectivismo dan apertura a una nueva perspectiva de la educación, y que debe ser construida con el objetivo de que  para comprender al mundo es necesario reconocer que todo se encuentra entrelazado. Al unir, la educación, el pensamiento complejo y el conectivismo, se deja de lado el conocimiento aislado de las cosas y se avanza hacia la contextualización global que se requiere del mismo, con el fin de dar más resultados positivos en cuanto a la calidad y asertividad en materia de competencias por parte de la educación en los sujetos que buscan el saber.

La intervención del pensamiento complejo en la educación se focaliza en el tratamiento de problemas o sea de la resolución de los mismos, observándolos desde las  diferentes perspectivas existentes o nuevas, ya sean dadas por otras fuentes informativas o por fundamentos experimentales del sujeto investigador. Esto pone en una nueva plataforma a la sociedad para que sea educada mediante estas estrategias, estableciendo una sociedad que avance al mismo tiempo competencias que la globalización requiera para el excelente despeño en cualquier faceta del entorno.

Desarrollar en mayor medida la inteligencia del sujeto por medio de diversos ejemplos para colocar en acción el pensamiento, la deducción, la creatividad y se dinamiza el proceso de toma de decisiones que se dirija a una educación de calidad, competente y que afianza todos los conocimiento, experiencias y actitudes necesarias para que así mismo los profesionales en educación sean reorientadores de los procesos de aprendizaje y enseñanza, permitiendo que los sujetos sean reafianzados en la actitud de resolución de problemas, como una meta a cumplir en el entorno educativo, ya que es una necesidad en el ámbito de la vida y de las relaciones. Por eso, es indispensable crear canales mediante los cuales los sujetos aprendan y conciban la importancia de la reflexión en cualquier proceso de solución, cuestionamientos o situaciones que se presenten.

El impacto de la reflexión en la toma de soluciones repercute directamente sobre la verdad, verdad que solo se encuentra en el centro de todas las opiniones y no precisamente alejándose de aquellas en las cuales no se cree inmediatamente, sino más bien tomando de cada opinión una pate de la misma para analizarla y así fundamentar una repuesta basada en la reflexión., para no quedarse en la creencia en donde “el hombre común sitúa  a la ciencia, y al saber objetual justificado y fundamentado por ella como verdadero, por encima de todos los saberes” (Sotolongo, 2006).





[1] Tomado de: http://www.deperu.com/abc/gramatica/3965/cual-es-la-diferencia-entre-concepto-y-definicion, el día 8 de diciembre de 2015.
INTRODUCCIÓN
La reforma de la enseñanza debe conducir a la reforma del pensamiento y la reforma del pensamiento debe conducir a la reforma de la enseñanza.
                                                                                      Edgar Morín

Los hallazgos en el presente trabajo inician mostrando que a pesar que los sistema educativo de América Latina, en términos de competencias para la vida, con calidad y resultados que conlleven a una formación integral, han intentado a través de los procesos educativos, incidir de manera positiva sobre los cambios sociales, políticos y culturales actuales que se dan en forma acelerada,  no han sido eficiente en algunos paises del territorio como es el caso particular  de  Colombia.
Por lo tanto se debe pensar en fortalecer los procesos educativos para que la educación deje de pertenecer a métodos lineales que no avanzan a la par con los procesos de la globalización y las transformaciones que esta implica; ya que su trascendencia en el bienestar de los sujetos no se ha integrado totalmente para generar una educación en donde la meta del sujeto sea llegar a la toma de decisiones, pensar y proponer nuevas respuestas, con alternativas frente a los conceptos y cuestionamientos que se implementan en la vida práctica, como parte del proceso de fortalecimiento educativo.
Teniendo en cuenta lo anterior, también se identifica, que es necesario desarrollar una educación inteligente en la que se sigan patrones establecidos y donde se esperen respuestas únicas por parte del sujeto, al igual que es importante para que la posibilidad multidimensional de creatividad, pensamiento complejo y pensamiento crítico se despierten en las personas y sean formadas en un entorno de conceptos, ideas y conocimiento capaz de mejorar e incorporar las competencias que se necesitan para formar una sociedad incluyente y responsable, que es lo que se requiere actualmente. Este tipo de educación es fundamental en el proceso formativo de ciudadanos comprometidos con  consigo mismos y su territorio.
Para adoptar esta visión es necesario que se tenga en cuenta un gran conjunto de factores que intervengan en los procesos educativos (docente, espacio, tiempo, tecnología, etc.) que no se dividan entre sí, en donde cuente el todo y se reconozca al sujeto como parte de ese todo. Para esto, se requiere visualizar y componer el aprendizaje desde el pensamiento complejo como lo indica Morín.
En este trabajo, también se definen al pensamiento complejo como “realismo sistémico”, ya que mediante esté la formación del ser adquiere una nueva dimensión  en donde se convierte en un proceso dinámico de construcción del sujeto en el que interactúan factores integrados, tales como, la educación, el progreso y el bienestar colectivo.
Entonces, sensibilizar al profesional en educación con respecto a que el pensamiento complejo no solo es un cambio de mentalidad y de actitud hacia los procesos educativos actuales, sino que también es un aporte al bienestar colectivo, ya que está intrínsecamente ligado al mismo, y teniendo en cuenta las formas que nos brinda la tecnología para comunicarnos, es un punto de desarrollo fundamental.
En este contexto,  el presente estado del arte, evidencia la relevancia del pensamiento complejo y el conectivismo, como elementos que intervienen de manera positiva en la educación, con el fin de dar una nueva visión de los modelos educativos como punto de partida para generar una mejor educación, que en contexto con el pensamiento complejo, permita llegar más allá de lo puramente académico y logre ejecutar una transformación del sujeto mediante la reconfiguración de los  métodos de enseñanza y aprendizaje.
Por otra parte, se establece que un modelo educativo para las necesidades actuales sugiere la unificación de los conceptos basado en las necesidades de los sujetos, la organización y la exploración de los mismos para que la educación contenga sus bases en el reconocimiento, análisis y la reflexión de la información que desemboca en una educación no lineal, basada en el uso adecuado  de las TIC, en el tratamiento adecuado de la información, basada en hipervínculos o saltos, donde la información es gratuita, de fácil acceso y con cantidades inmensas de datos y formatos bien organizados y conectados.
De igual manera, un modelo donde el docente es un guía y no un enseñante, en el que exista la crítica y la creatividad, en el que los sujetos construyen un pensamiento reflexivo que se genera a partir de las ideas, pensamientos y datos ya probados, tanto como de otros que no están determinados, con el fin de formar más que estudiantes, formar pensadores en los espacios de desarrollo educativo, social, comunitario y personal.
De esta manera, se muestra la importancia de aceptar que las actuales generaciones  requieren nuevas formas para educarse, y que estudiar las ciencias de la complejidad presentan múltiples alternativas que nos permitan repensar el acto educativo, lo que motiva este trabajo, en el que se ha propuesto elaborar un estado del arte de las investigaciones que han analizado la pedagogía en América Latina desde las ciencias de la complejidad, a lo largo de los últimos diez años.