9/13/2017

PARADIGMAS QUE ENFRENTAMOS LOS DOCENTES CON LA INCLUSIÓN DIGITAL EN LA EDUCACIÓN
(Por qué es importante innovar en educación)

José Manuel Castelblanco Arenas  

Históricamente en busca de dar solución a diversos problemas e inquietudes sobre las mutaciones en la sociedad el ser humano ha permanecido en una constante innovación de propuestas científicas y tecnológicas que han mejorado su condición de vida pero que también han demandado nuevas necesidades y por tanto nuevas intervenciones. Si la educación es un elemento importante de estas transformaciones es importante pensar como los docentes en este recorrido han trasformado sus maneras de llegar a las nuevas generaciones haciendo un adecuado uso de nuevas herramientas que la tecnología ha puesto a su disposición y que denominamos herramientas WEB.

En Colombia  la misión científica, educación y desarrollo afirmo “Un maestro desactualizado que transmite año tras año discursos pedagógicos vetustos, no permiten el avance de la ciencias, petrifican el conocimiento y van en contravía del desarrollo”, hoy 20 años después y teniendo en cuanta que las brechas en términos de calidad  educativa que presenta  Colombia con el resto del mundo académico siguen aumentando, nos debemos de preguntas ¿Cuáles han sido los avances en materia de modelos y estrategias pedagogías que han permitido el desarrollo de la educación en nuestras instituciones de educación?, ¿estamos preparados los docentes en la implementación y uso de herramientas tecnológicas acordes con los cambios en la cultura escolar de los jóvenes?

Palabras claves: WEB, REDES SOCIALES, APRENDIZAJE COLABORATIVO, COMPETENCIAS DEL NUEVO DOCENTE.

Partimos de la reflexión en donde Peter Drucker (2002) afirma que “La gerencia del siglo XXI se caracteriza por el incremento de la productividad del trabajador del conocimiento” de aquí nace la pregunta si es el docente el gerente de ese conocimiento, cuál es su papel en la labor de recibir, procesar, distribuir información y motivar conocimiento.

Todo lo anterior debemos analizarlo teniendo en cuenta que en el mundo moderno todo se  complejiza entendiendo complejizar como la capacidad de ser capaz de analizar un problema tomando elementos multidisciplinares que den respuesta a las transformaciones de la sociedad, no debemos apartarnos que la pedagogía es un elemento fundamental de un sistema educativo que  debe adaptarse a los cambios sociales producidos por múltiples factores, entre el que se destaca el desarrollo tecnológico, para lo cual la educación se debe centrar en la generación de mayores niveles de competitividad, fomentando la  aplicación de la ciencia y la tecnología en función del desarrollo social a partir de crear la necesidad de desarrollar en los alumnos habilidades para formar ciudadanos con un espíritu científico, con pensamiento abstracto bien desarrollado, con capacidad de trabajar cooperativamente, con voluntad de saber, amor por el conocimiento y disciplina de trabajo, con pensamiento crítico y creativo en todas las áreas del saber humano, con competencias necesarias para la participación democrática, con competencias básicas para la reflexión y la argumentación ética. Una tarea compleja que me lleva a pregunta  si es posible la concatenación de las ciencias sociales y las ciencias naturales en una “ingeniería de lo social” fundamentada en la teoría de la complejidad.

 Lo anterior requiere que la educación se enmarque dentro de una teoría emergente, “La teoría de la complejidad, que engloba la teoría de los sistemas adaptativos complejos, la dinámica no lineal, la teoría de los sistemas dinámicos, la teoría del no equilibrio y la teoría del caos, que ha sido descrita como la tendencia científica dominante surgida en la década de 1990, un aporte capaz de explicar cualquier sistema complejo en función de unas pocas reglas (Lewis 1992), o de acometer los problemas inabordables de la ciencia social; un saber a la altura de los tiempos, una genuina nueva ciencia (Wolfram 2002), la próxima gran revolución científica (Sprott 1993), la gran idea del momento (Mc Glade 2003), una fuente de discernimiento que afectara la vida de todos los que viven en el planeta (Brockman 2000), un giro en la concepción del mundo(Dent 1999), un modelo que cambio la dirección de la ciencia para siempre (Strogats 2003), y una revolución solo comparable a la teoría de la relatividad o a la mecánica cuántica (gleick 1987). Pero también se la considera una moda pasajera que ha recibido más promoción de lo que se merece (Sardar y Ravetz 1994), un bluff que pretende resucitar una ciencia moribunda a fuerza de superlativas e hipérboles, y una empresa abocada al fracaso que no ha dicho nada acerca del mundo, que sea a la vez concreto y sorprendente (Horgan 1996)”[1]. La anterior reseña del concepto de complejidad se convierte en un reto ¿en dónde está la realidad?, si la única verdad en estos momentos es que la ciencia de la complejidad constituye un espacio de investigación en crecimiento, todavía no existe nada que se asemeje a una teoría unificada o a un conjunto de acuerdos sustanciales entre la comunidad científica.

Si lo anterior encierra el concepto de innovación en donde  innovar es un camino estratégico para responder a las mutaciones de la sociedad, significa una transformación cultural de las formas como administramos y producimos conocimiento, qué significado tiene eso que debe de ser una prioridad para un docente  que es lo de aprender a aprender para enseñar a aprender y si esto está acorde con la necesidad de estar al día con el uso de las nuevas herramientas que nos ha proporcionado la tecnología,  las herramientas WEB.

 La evolución de la tecnología en los últimos  40 años nos ha suministrado una serie de avances tale como  software, internet, potentes banda ancha, video, fibra óptica, wiffi, contenidos multimedia, aulas virtuales, etc.,  esto sumado a las nuevas tendencias  pedagógicas tales como la multi-inteligencia propuestas por Howard Gardner “La inteligencia no es una sola, sino que existen tipos distintos. Nuestro sistema para implementar las Inteligencias Múltiples está dedicado a estimular las potencialidades en los niños y los jóvenes  en un clima activo y afectivo como lo exige el siglo XXI”,  la  inteligencia emocional de Peter Salovey que contempla “la capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno mismo y de los demás y utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción”, el aprendizaje colaborativo como un actividad fundamental en un proceso enseñanza aprendizaje sustentado en la afirmación en que "comprender una mente ajena y comprenderse a sí mismo en el interior de esa capacidad" (García Carrasco, 1999) y  el conectivismo  que es una teoría del conocimiento y del aprendizaje desarrollada por George Siemens ampliada por Stephen Downes que trata de describir cómo se produce el aprendizaje del ser humano en contacto con Internet y las redes sociales.

 Esto nos obliga a pensar en un elemento complejo que une diferentes disciplinas para dar razón a una sociedad inundada de información, ávida de conocimiento e interconectada con el mundo,  que nos invite  a cuestionarnos  sobre como los educadores deben asumir retos de cambio  y repensar sus prácticas pedagógicas en donde  la pedagogía se entienda como el saber propio de los profesionales en educación y que dan sentido a los que hacen, repensar las practicas  pedagógicas  significa  preguntarnos  sobre  que uso hacemos de las herramientas  tecnológicas;  nos hemos de preguntar también como son hoy en día las dinámicas culturales de los jóvenes del mundo o por lo menos  nuestros alumnos y por tanto como estamos comunicándonos con ellos y que les estamos enseñando, estamos preparados para atender a las realidades y las dinámicas que la tecnología ha impuesto en nuestros jóvenes.

Identificamos a la juventud como un conglomerado poblacional definido en términos de la edad, por el consumo frente a las llamadas industrias culturales, o por su condición de pre-funcionalidad (cómo se están preparando para ser en el futuro), desconociendo la emergencia de las culturas juveniles como fenómeno social, que invita a pensar la juventud como actores sociales y culturales activos, con intereses y  racionalidades, éticas, estéticas y sentidos de vida particulares, que deberán ser estudiados y tenidos en cuenta al momento de pensar una iniciativa educativa pensada para ellos, permanentemente cambiante, dinámica, esperanzadora, innovadora, una escuela acorde a los tiempos  y el contexto de los jóvenes.

Es importante tener en cuenta que las herramientas que no brinda la tecnología en donde las acciones de apropiación de estas por parte de docentes y alumnos son las que pueden marcas la diferencia e inducir a la generación de ambientes de aprendizaje  agradables, ricos en información y contenidos  de interés para los educandos, no las podemos dejar de lado o desconocer;  Alan Freddy Carrasco Dávila afirma “Las tecnologías de la información y comunicación están cambiando las formas de trabajo, los medios a través de los cuales las personas acceden al conocimiento, se comunican y aprenden. Por ello, resulta paradójico cómo dentro de una institución educativa se puede estar investigando con los últimos procesos y herramientas científicas al mismo tiempo que se sigue "enseñando" con una tecnología convencional; esto es debido, a la escasa formación del profesorado respecto al conocimiento y uso de la tecnología, además de existir problemas relacionados con la actitud de los profesores hacia los nuevos medios. Se puede decir que, sin una adecuada formación del profesorado, no es posible desencadenar la "revolución tecnológica" que la escuela está demandando”. Una gran preocupación que debe resolver los profesionales de la educación es entender que el conocimiento es plano hoy en día con la incursión del internet, por tanto ¿cómo hacemos a nuestros alumnos competitivos en un mundo globalizado haciendo buen uso de las nuevas tecnologías?

La Educación ha tenido muchos cambios en la contemporaneidad, esto ha traído como consecuencia cuestionar el ¿Cómo se Enseña? Se han roto viejos paradigmas en cuanto al saber científico y por supuesto de que manera ese saber hace parte de la pedagogía, Son muchas las causas que han hecho que se redefinan estos conceptos, hoy se habla de aparición de nuevas culturas, la escuela en otros espacios, el reordenamiento de nuevas sociedades emergentes que con sus prácticas educativas y políticas diversas han distorsionado el proceso educativo, volviéndolo un instrumento para pretensiones de unos pocos, y es aquí en donde se da valor a las prácticas de formación docente que no solo deben incentivar el derecho a ascender en el escalafón, deben tener un efecto en la práctica educativa, decreto 709 de 1996.

Con todas estas variables que introducen a la pedagogía como ciencia en el mundo de la complejidad conformada por múltiples disciplinas de las cuales en su gran mayoría no han sido resueltas o no tienen claridad de su función, muchos autores contemporáneos se atreven a afirmas que el mundo de la educación entro en crisis, ya que la estructura tradicional o formal en la que se inspiró la escuela “NO RESPONDIO”, a los nuevos retos que pretenden las políticas educativas, estas usan otras maneras que buscan la manipulación del conocimiento, equilibrándolo, dando opciones, usando tecnologías, llegando a espacios donde las políticas no pueden ser iguales debido a su cultura, debido a la diversidad y potencial que existe en nuestro territorio y sobre todo que los investigadores en pedagogía y los maestros no han encontrado un lenguaje común en donde confluyan sus teoría con  las prácticas pedagógicas.

Uno de los problemas fundamentales de la educación es que se sigue con la idea obtusa de que su principal función es transmitir conocimientos, preguntas y respuestas correctas, más que asegurar la comprensión y aplicación o uso activo del conocimiento, ha crecido de modo desmedido una tendencia de los educadores a sobrevalorar el fenómeno del aprendizaje y ello ha provocado una serie de problemáticas, tanto en la actualización de los recursos docentes, como en la metodología didáctica a implementar en las aulas escolares. El concepto de aprendizaje se genera desde la raíz del ideal educativo, lo obvio necesita ser reiterado; No puede haber educación sin aprendizaje y debemos entender el aprender como la acción que nos permite el cambio.

 Aprendizaje es la condición necesaria, empero tal vez no suficiente, de todo proceso educativo y esto es muy importante plantearlo desde la óptica que nos plantea Echeverri de establecer unas técnicas del lenguaje o de comunicación en donde los investigadores en pedagogía y los docentes compartas experiencias y por tanto conocimiento, en donde se tengas en cuenta no solo la historicidad de los fenómenos pedagógicos mundiales y locales sino la subjetividad de los docentes, subjetividad fundamentada en los saberes del educador, saberes no únicamente desde su disciplina como tal, sino desde los saberes pedagógicos que lo relacionan con el mundo, esto es lo que podríamos entender como las funciones de las corrientes pedagógicas contemporáneas.

El saber pedagógica nos  debe permite  entender que la evolución de la tecnología  nos proveen las redes sociales, entendidas estas como espacios virtuales dentro de la web donde se genera interacción social entre los usuarios, esto  implica integración entre la comunidad educativa alumnos, padres,  docentes, de una institución de una ciudad, de un país y con el mundo entero, esto posibilita  aceptar amigos, contactar amigos,  enviar y recibir mensajes, tener  chat, compartir información textual ,visual o audiovisual, esto es la interacción de herramientas que denominamos web es conectarnos con el mundo y por ende con el conocimiento es aprender a trabajar en equipo colaborar en la  construcción  conocimiento entendiendo las teorías del conectivismo. 

Desde el 2004 las herramientas Web 2.0 emergen como una generación de recurso de internet, servicios como redes sociales, páginas web, blog, etc.   nos permiten intercambiar contenidos, videos, fotos, documentos, etc., a través de la red con la intención de fomentar la colaboración y el intercambio entre los usuarios.
En la web nos encontramos con usuarios, servicios y herramientas,  que  nos permiten propiciar la participación y la comunicación entre múltiples usuarios y con interese comunes, por ende debemos entender las  redes sociales como punto de partida para que repensemos las prácticas educativas tradicionales, teniendo en cuanta las característica de la web, como es el punto de intersección  entre los internautas, debemos fomentar y atrevernos a explorar el concepto de aprendizaje colaborativo virtual como un proceso social de construcción de conocimiento, entre un grupo de individuos con interese comunes que intercambian conceptos, destacando de este proceso que aquí cada individuo aprende más de lo que posiblemente podría aprender por si solo, producto de la interacción con los diferentes miembros del grupo a esto en términos pedagógicos se denomina  co-construcción de conocimiento.
Otros logros con este tipo de trabajo son; tareas grupales, motivación y enriquecimiento del trabajo, dinámica grupal, cercanía, mejoramiento de relaciones interpersonales y personal, incentiva el pensamiento crítico disminuye la individualidad, aumenta la autoestima; para esto si se habla del aprendizaje colaborativo la función de un docente se debe fundamentar en instrucciones claras y precisas sobre cómo usar el sistema primero que todo para así construir elementos de confianza entre los usuarios en el uso de este sistema; fomentar la cohesión del grupo por medio de actividades que creen unos vínculos de confianza entre los diferentes integrantes del grupo motivando la participación de todos los integrantes de una manera activa; animar a los participantes a que participen de la discusión,  reconocer y motivas diferentes estilos de aprendizaje, no pretender hacer conclusiones en donde impida tener la participación de todos los participante y hacer una realimentación efectiva  de cada una de las diferentes inquietudes u opiniones de los miembros del grupo, promover la independencia entre los participantes haciendo que cada uno se responsabilice de la construcción de su aprendizaje, esto es lo que se denomina Comunidades de aprendizaje. “Grupo de personas que aprenden usando herramientas comunes en un mismo entorno, ejemplo un aula presencial transportada a la red con todos los elementos y herramientas que esto permite”

 Cuales deben de ser las Competencias de los profesores que en esta nueva modalidad su nombre ha mutado a tutores:
Romper paradigmas significa que debemos de repensar el proceso de enseñanza aprendizaje que se establece siempre en ámbitos de relación, entendido como circunstancia que sirve de unión, como conexión o contacto entre los elementos personales que configuran este proceso, (profesor/alumno), y entre estos y el resto de elementos de dichos procesos (contenidos, actividades, recurso, evaluación, etc.). el mundo moderno nos plantea que es necesario reflexionar sobre la importancia de la labor docente  como agente de cambio, básicamente en actitud, en favor de los estudiantes, en saber orientar a sus necesidades para que ellos mismos con todas sus capacidades creativas innovadoras, investigativas, sociales, filosóficas e inspirativas generen sus propias ideas, (Gardner, 1998), que se vuelvan metacomplejos de su realidad y de su contexto, aprendan a actuar con conciencia y reconocer sobre lo que están aprendiendo en su interacción con el alumno, el aula y su entorno social (Osicka, 2004) Esto significa más que una simple conversación, es capacidad de descubrir su propio ser (Bourdieu, 2001), su yo metacomplejo que quiere respuestas y no simple reproducción del conocimiento; donde nadie tiene el conocimiento, tan solo verdades relativas.

Teniendo en cuenta la profunda crisis de la pedagogía, es un reto para ésta ciencia el asumir el compromiso o responsabilidad social de romper paradigmas, y desde una mirada compleja, se requiere de que las diferentes entidades de educación en el mundo se planteen modelos curriculares que tengan por objetivo fundamental dar respuesta a las importantes demandas y desafíos educativos de un mundo global, diverso e interconectado, modelos competentes que forme, promueva y movilice al maestro como profesional crítico e innovador. En concreto, como un profesional del aprendizaje en y para la sociedad del conocimiento.

Esto significa como lo plantea el profesor Juan Carlos Orozco en su ensayo Educación superior de alta calidad para interactuar en la sociedad del conocimiento. “Necesitamos con urgencia inaplazable preparar nuestro contingente humano para esa sociedad del conocimiento en la cual estamos inmersos y a la cual seguiremos perteneciendo. En la medida en que nuestro talento humano este suficientemente preparado científica y técnicamente, con la formación humanista y con los valores que le permitan navegar con suficiencia en este mar de cientificidad, competitividad y tecnicismo se contara con profesionales que dispongan de criterios para hacer lo que deben hacer, para juzgar lo no convenirte para la comunidad, para asumir que el hombre es el motor y objeto del desarrollo y que todos nuestros esfuerzos deben estar encaminados hacia el mejoramiento y calidad de vida de hombres y mujeres, que todo lo que hagamos debe estar orientado hacia el bienestar de la comunidad y no de unos solos”, es atreverse a innovar y a entenderse como un verdadero profesional de la educación, que asume los retos de un mundo mutante,  es asumir la responsabilidad de hacer de una aula de escuela o de un aula virtual un lugar de cambio y transformación social.

 Humanizar la escuela en estas nuevas formas de enfrentarla implica no olvidar las competencias necesarias  que se deben de  tener en cuenta para entender el entorno del joven, como elemento fundamental su espacio, su cuerpo, su geografía, en conclusión su territorio y lo que esto significa, sin lo anterior no podemos pasar a tratar de imponer de cualquier manera estas   nuevas metodologías con contenidos multimedia, para ello el docente debe de desarrollar  habilidades instrumentales así con también competencias emocionales  y empatía con el dicente, una persona que pase de solo enseñar a acompañar  y a guiar; ya que  no basta saber de las herramientas tecnológicas adecuadas,  sino hacer uso diario de las mismas, un buen profesor no es el que produce material didáctico sino el que conoce y hace uso en el momento adecuado del material que se encuentra a disposición.

Lo anterior requiere de una flexibilidad curricular que técnicamente también engrane en el sistema, de acuerdo con Álvarez (2007), puede ser asociada con distintos elementos, de tal manera que es posible hablar de una flexibilidad en los contenidos (actualización constante con respecto a los avances científicos, tecnológicos y culturales, así como con las características de los estudiantes), flexibilidad en el avance (permite al alumno cursar asignaturas en función del tiempo con el que dispone) o flexibilidad por área de formación (dedicar o elegir más créditos de acuerdo con un área de interés). Por su parte, Díaz Barriga señala tres modos de flexibilización: total, mediana regulada y baja o tradicional. Este esquema de flexibilización abarca desde un plan de estudios con materias abiertas a toda la institución o a todas las áreas comunes de una disciplina, hasta aquel plan de estudios que considera solamente unas cuantas materias optativas, con esto vemos que podemos considerar modelos curriculares flexibles a partir de la implementación o uso de las herramientas que nos brindan las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones tic”s
El futuro es hoy, internet ha hacho el mundo plano y globalizado por lo tanto debemos de dar a los jóvenes herramienta para ser competitivos en este mundo, las tecnologías y las metodologías han cambiado, pero especialmente han cambiado las personas, sus habilidades en la comunicación digital y las formas de aprendizaje, por lo que es urgente que se implemente una política en donde sea necesario una Certificación de los docentes en competencias digitales.

BIBLIOGRAFÍA

REYNOSO, Carlos. Complejidad y caos. Una exploración antropológica. Colección complejidad Humana. 2006. P. 11

Beatriz, S. y Pérez, Y. (2008). Nuevos paradigmas en la gestión en un cambio de época: de la era industrial a la era del conocimiento, los retos derivados de la globalización. Ciencias de la información, vol. 39, no. 1, abril 2008.

Castells, M. (1999). La Era de la Información: Economía, Sociedad y Cultura. Vol I: La sociedad Red. México: Siglo Veintiuno Editores.