9/30/2022

FACULTADES DE PEDAGOGÍA Y SU RESPONSABILIDAD SOCIAL FRENTE AL CAMBIO

FACULTADES DE PEDAGOGÍA Y SU RESPONSABILIDAD SOCIAL FRENTE AL CAMBIO

 

Ing: José Manuel Castelblanco Arenas.

Mg. en Educación. 

 

Actualmente y gracias a la internet encontramos miles de artículos que hablan de educación, epistemología como un elemento fundamental para transformar las prácticas de aula, tratados enteros sobre los retos de una educación en un mundo cambiante, valiosas alternativas y propuestas de  métodos pedagógicos que en algunos territorios han tenido excelentes resultados, pero si vamos a la realidad de las aulas de clase parece que en educación falta mucho por hacer (como decía mi madre del dicho al hecho hay mucho trecho), un mar de información que parece ciencia ficción,   hoy en medio de una cuarta revolución industrial tenemos que reconocido que vivimos en un  mundo velozmente cambiante en todos los aspectos de la vida de la humanidad,  pero también debemos reconocer que en educación seguimos asando estrategia y prácticas educativas el siglo XIX,  lo que nos enfrenta a un grave un grave problema, educamos niñas, niños y jóvenes que viven inmersos en los desarrollos del siglo XXI, con unas estrategias pedagógicas del siglo XIX.

 

Un informe de la CEPAL 2021 nos muestra como el mundo ha cambiado de forma acelerada en estas dos primeras décadas del siglo XXI y si en el año 2000 se veía claramente que el reto era combatir la pobreza, veinte años después los retos se han vuelto más y más diversificados. Estamos ante un mundo hiperconectado, con avances gigantescos en el ámbito tecnológico y aun así una pandemia  universal nos mostró a muchos territorios  un sistema educativo en crisis, lo que desencadena un aumento en las brechas de pobreza reflejados en temas de igualdad y justicia social de los territorios, una crisis educativa que no está preparando a su población para enfrentar  una de las grandes problemáticas que enfrenta la humanidad cual es el cambio climático y la preparación de lideres que propendan por la paz del mundo. Por otro lado, la información circula en cantidades descontroladas provocando una nueva censura por exceso, por sobreabundancia informativa, mucha información Vs poco conocimiento, y por qué no mencionar otros asuntos en que la sociedad está en espera  de obtener respuestas a partir de producto de estudios forjados desde las instituciones de  educación, respuesta a problemas que cada día nos afectan más como la igualdad de derechos para hombres y mujeres, el desigual reparto de la riqueza, las guerras y epidemias siguen siendo problemáticas que no han sido resueltas y ponen al ser humano frente al espejo, ante una realidad que no parece tener fácil solución, y es aquí donde me pregunto por cual debe ser la responsabilidad social de las facultades de educación?

Ante este panorama complejo ¿qué papel juegan las instituciones de educación superior? La institución que supone la vanguardia en conocimiento, responsable de la formación de los profesionales inquietos por atender las necesidades  de sus territorios, los llamados  profesionales del futuro se enfrenta al gran reto de adaptar unos planes y programas de estudio creados para nuestros tiempos,  las universidades tiene el reto de  reunir a profesores nacidos en el siglo pasado con alumnos de este siglo, una brecha generacional que nunca había sido tan profunda porque los avances tecnológicos han marcado una distancia enorme entre una generación y otra, deben entender que los problemas del mundo moderno no se solucionan o se analizan desde las diciplinas clásicas, que si es importante atomizar el conocimiento, este debe ser articulado en un punto elementos pero complejo que se llama trabajo en equipo,  aun mejor trabajo interdisciplinar, reunión de expertos en varias diciplinas en torno a un único problema que se complica por tanto requiere de soluciones complejas. 

Para enfrentar dichos problemas las facultades de educación deben de pensar en modelos de educación flexible  (MEF) que impliquen un cambio radical del estatus quo de la educación y por ende del educador, un cambio que parte de entender la labor educativa como una profesión en constante transformación, ya que a diario y teniendo en cuenta la población que atienda se pregunte por que nos debemos educar y cómo hacerlo,  requerimos de una universidad que prepare profesionales libres que piensen no solo en sus beneficios o su futuro, sino que sepan preocuparse por el otro, que apunten a la imaginación para resolver los desafíos de una sociedad de profundos cambios, que tengan la capacidad de pensar en su territorio y de su rol en un orden mundial cambiante y complejo. Los modelos de educación flexible  implementados en periodos de crisis ( pandemia) han demostrado que el mundo moderno nos impone muchos retos, que debemos estar preparados para superarlos, y lo mejor que superada la crisis nada volverá a ser como antes.  

Los MEF  implementados en el trabajo de población vulnerable requiere que se incorporen cada día nuevas estrategia didácticas centradas en los estudiantes, trabajo colaborativo,  practicas autónomas y constructivistas de aprendizaje, investigación y sobre todo un propios descubrimiento sobre qué es lo que se quiere aprender, fomenta la creación de comunidades de aprendizaje, son modelos que se ajustan a múltiples poblaciones, que por algún motivo no son parte del sistema tradicional occidentalizado, este modelo  MEF fomenta el aprendizaje en cualquier tiempo y lugar, entiende los ritmos de aprendizaje de los participantes, convierte a los estudiantes en personas independiente  y consientes que el aprendizaje es un acto que se ejerce a lo largo de la vida, estos modelos requieren de profesionales que se entiendan como mentores o facilitadores del aprendizaje, un profesional con competencias comunicativas que posibilite el manejó de diferentes recursos didácticos para situaciones diversas, situaciones adaptables a las características   propias de  sus estudiantes,  requiere profesionales capaces de crear recurso didácticos construidos  y apoyados en el uso materiales  y situaciones  relevantes del mundo real que viven sus estudiantes,   corresponde a lo que se entiende desde hace muchos años a una educación flexible que permita:

.-   Acomodarse directamente a las formas en que la gente aprende naturalmente.

.-   Apertura a diferentes necesidades y lugares de aprendizaje.

.-  Basarse en materiales de aprendizaje centrados en el alumno.

.-  Ayudar a que los estudiantes  se atribuyan el mérito de su aprendizaje y desarrollen un sentimiento positivo sobre sus logros.

Las diversas propuestas o modelos de implementación de una educación sustentada en MEF requieren, no pueden quedar simplemente en teorías que enriquecen los anaqueles de las bibliotecas Universitarias, deben ser puesto en práctica por los profesionales de la pedagogía creativos y dispuestos a romper paradigmas,  aquí es donde nos preguntamos si las facultades de educación están formando profesores que tengan las destrezas en diseño de cursos y de situaciones de aprendizaje, acordes a las necesidades de las multiplex y diversas poblaciones que existen, con las competencias docentes necesarias para desplegar con éxito el aprendizaje centrado en el alumno, fomentar una cultura en donde se entienda que el aprendizaje se adquiere a lo largo de la vida contextualizado a cada territorio,  apoyar a estudiantes que presentan diversos backgrounds, distintos estilos de aprendizaje y distintas motivaciones para estudiar (Salinas, 2004a; Castañeda y Adell, 2011), con competencias comunicativas acordes a las habilidades  e inquietudes de los estudiantes.

Los MEF  deben permitir tanto a los docentes como a los estudiantes asociar las prácticas de aula a un producto (contenidos, material didáctico, piezas comunicativas, ETC) un proceso de desarrollo asociado al interés mismo del aprendizaje por parte de los estudiantes, al logro de los objetivos de aprendizaje de los estudiantes, característica fundamental en una educación para población vulnerable, un modelo que pase de acumular información, al saber hacer, un modelo que desarrolle habilidades para la resolución de problemas, desarrollando la independencia de los estudiantes, fomentando el aprendizaje colaborativo, reconociendo las habilidades, capacidades y los intereses de cada estudiante, entendiendo que es un modelo sopertado en las ciencias de la complejidad que se sustenta en el trabajo interdisciplinario.

Los MEF sustentados en las ciencias de la complejidad, al contrario de lo que podemos entender por complejidad ,implica que los docentes cuando piensen en un modelo centrado en los estudiantes,  dejen sus egos de su formación epistemológica, neurotecnofilosofica y semántica para enseñar grandes postulados, sino que las ponga en práctica para la implementación de modelos flexibles, que implica modelos artesanales de fina filigrana en la construcción de propuestas curriculares y didácticas adaptables a las características de sus usuarios, ampliando su conocimiento y estimulando la investigación y la autonomía del alumno. Es decir, que potencien la interacción, la conversación y el aprendizaje social, el desarrollo profesional y personal continuo y establezca conexiones a nivel global (Salinas, Pérez y de Benito, 2008). 

Atender al modelo de enseñanza/aprendizaje que se proponen los MEF, requiere una nueva mirada sobre los modelos pedagógicos, un fuerte apoyo de tecnologías. no vistas como solución a los problemas de la educación sino como una herramienta que apoya los procesos en educación, es entender que un lápiz y una hoja de papel también son tecnología y que con ello se han desarrollado muchas obras importantes, cambios importantes en la organización tanto administrativa, como operativa o construcción de los materiales y sistemas de comunicación y mediación (Salinas, 2004b; 2009c; Castañeda, 2011). Se pueden encontrar desde modelos que describen la enseñanza como un “proceso técnico”  que contempla al profesor como un simple ejecutor al que hay que equipar de competencias y habilidades para aumentar su eficacia por medio de los recursos existentes, hasta modelos más abiertos que ven la enseñanza como un espacio de saber y conocimiento, un espacio sociopolítico en el que el conocimiento se selecciona, legitima y distribuye a los sujetos diferencialmente, que ven al profesor como un profesional dotado de capacidad de decisión y juicio, capaz de reconstruir sus propias prácticas críticamente y de incluir los medios con que se cuente de un modo creativo a favor de la practica educativa. 

No tiene sentido hablar de metodologías centradas en el alumno, ni de modelos de educación flexible MEF, sin considerar el protagonismo de éste en su propio proceso de aprendizaje y en el conjunto de decisiones en las que se ve implicado (Salinas, 2004b). Las estrategias didácticas centradas en el alumno representan alternativas a partir de las cuales el profesor puede elegir en cada sesión de clase  una nueva metodología de enseñanza basada en el trabajo activo, en la autonomía y en la flexibilidad, donde el alumno sea el protagonista de su formación, ello constituye el núcleo central del aprendizaje abierto, de los MEF. 

  

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parece una utopía no?