9/07/2018

LA COMPLEJIDAD Y EL SISTEMA EDUCATIVO

LA COMPLEJIDAD Y EL SISTEMA EDUCATIVO
José  Manuel Castelblanco Arenas 
Romper paradigmas frente a una crisis de la educación debe entenderse como lo plantea Pérez Lindo cuando afirma que “En los modelos antiguos se buscaba una educación que procurara finalmente sabiduría, capacidad para comportarse de acuerdo a ciertos valores dentro de una sociedad dada. En la educación moderna se puso el acento en el conocimiento, en el dominio de disciplinas específicas. En la educación actual se intenta superar la fragmentación de disciplinas y de objetivos para procurar la formación de la inteligencia y de la afectividad, del individuo y de su socialidad, del pensamiento científico y de la creatividad artística, de la capacidad para pensar y de la capacidad para resolver problemas”.
Se parte de entender la crisis de la educación desde una mirada compleja en donde la educación es un sub-sistema fundamental en el desarrollo del complejo sistema social, subsistema afectado o influenciado por las diferentes mutaciones del territorio, entendiendo en territorio como el conjunto de elementos que identifican una sociedad (culturales, Políticos, económicos, religiosos, etc), para  Augusto Pérez Lindo “Los sistemas educativos han evolucionado en las últimas décadas adaptándose a los cambios del mundo a través de la diversificación, la expansión o la innovación. Pero pareciera imposible que una teoría de la educación pueda contribuir a racionalizar experiencias tan variadas”. evoluciones que no vemos reflejadas en los modelos implementados en muchos países latinoamericanos, donde se sigue dogmatizando sobre viejas teorías y la innovación es solo una palabra.
 Innovación que requiere entender los cambios de la sociedad contemporánea, entendida  esta sociedad en un mundo sin fronteras o lo que algunos autores identifican como la integración de la humanidad en una aldea global que implica la convergencia de distintas culturas en torno a modelos institucionales y planes de estudio que permitan generar una cultura de transformación constante en las formas como se esta construyendo el conocimiento, conocimiento  que permita en desarrollo de los diferentes territorios entendiendo sus propias realidades. 
Ante esta situación Pérez Lindo en su investigación indica “Aquí aparece la necesidad de fortalecer el campo teórico de la educación, la teoría pedagógica o como se la quiera llamar, no como una disciplina aislada ni como una yuxtaposición de disciplinas sino como un campo transdisciplinario con finalidades y objetivos determinados. Los fenómenos educativos están sujetos fácilmente a los discursos ideológicos y a todo tipo de opiniones, por eso la teoría de la educación necesita fortalecer la cientificidad de sus prácticas sin olvidar que se trata de un fenómeno donde intervienen factores políticos, culturales, sociales, económicos, etc”. Vemos en esta afirmación como el pensamiento complejo y las ciencias de la complejidad nos brindan elementos que nos permite cambiar paradigmas frente a como nos estamos preparando para un mundo globalizado mediado por la tecnología y sustentado en el trabajo colaborativo y  transdiciplinar. 
Encontramos en esta investigación de Pérez Lindo como conclusión a este aspecto que “El pensamiento complejo puede ser el enfoque adecuado para interpretar la diversidad, la inteligibilidad y la convergencia de los sistemas educativos. En este sentido la educación requerirá una fundamentación al mismo tiempo filosófica,  biológica, ética, pedagógica, psicológica, política, sociológica, económica y cultural de sus principios”.

       Es  importante entender que “Para construir una nueva visión compleja de los procesos educativos debemos empezar por reconocer que han entrado en crisis la idea de la realidad, la idea de la verdad, los paradigmas sobre la subjetividad, la visión de los entornos naturales y culturales, los principios que guiaban los métodos de enseñanza. El hecho de que no existan tratados sobre la educación que reflejen todos los problemas en juego es el síntoma de una desarticulación entre los cambios históricos y la teoría de la educación”. Afirmación  que justifica la importancia de seguir investigando sobre modelos que nos permitan articular las prácticas educativas con las realidades del territorio.
           Otro elemento del sistema educativo que se encuentra en esta investigación  y que sustentan  la hipótesis de que existe una  crisis en la educación la vemos en los planteamientos de; J, Bonil, M Junyent y R.M. Pujo; cuando manifiesta  que La construcción de conocimiento no escapa a la crisis. A lo largo del siglo XX la ciencia ha ido perdiendo su estatus social para pasar a estar cuestionada de forma significativa. La emergencia del concepto de tecnociencia (Sanmartín, 1992; Agazzi, 1996; Echevarría, 1998) ha dotado a la ciencia de una capacidad transformadora que va mucho más allá de la clásica finalidad de conocer el mundo. En el siglo XX conocimiento y acción van de la mano poniendo en evidencia la relación entre ciencia y valores que había negado el positivismo. Un proceso que se da en paralelo a la consolidación del concepto de sociedad del riesgo (Beck, 2002), un riesgo que ya no es azaroso o divino, como en el pasado, sino consecuencia de la acción humana. Se pone así en evidencia la incapacidad del conocimiento para hacer frente a nuevos fenómenos y preveer desastres, perdiendo de este modo su estatus en la sociedad”. Aquí podemos ver como el autor nos hace una invitación a establecer procesos innovadores fundamentados en el hacer y acordes con la forma como se está moviendo el mundo , y estas acciones deben de ser emprendidas desde un sistema educativo abierto a los diferentes cambios o mutaciones de la sociedad y haciendo buen uso del desarrollo de herramientas tecnológicas, en donde la educación mantenga el estatus de elemento transformador de la sociedad.
El mismo autor frente a la responsabilidad del subsistema que denominamos educación concluye  “Uno de los retos de la educación es dotar a la ciudadanía de los recursos que le permitan construir las oportunidades que se vislumbran en el actual contexto de crisis. El paradigma de la complejidad se constituye como una propuesta sólida para abordar dicho reto desde la educación ambiental, apostando por la ambientalización curricular. El paradigma de la complejidad emerge del diálogo entre una forma de pensar, un marco de valores y un modelo de acción que incorporan los principios de la ciencia contemporánea (estructuras, relaciones, organización, procesos...) Incorporar los principios de la complejidad a la educación ambiental comporta preguntarse cómo dichos principios hacen reconsiderar aspectos como el modelo de pensamiento, la relación entre disciplinas de conocimiento, la planificación de la acción, la relevancia de las emociones y la forma de abordar la investigación didáctica”.
Se entiende  la organización como uno de los principios de las ciencias contemporáneas y se relaciona con el conocimiento teniendo en cuanta lo planteado por, Carlos Eduardo Maldonado, cuando en su trabajo manifiesta que; “El problema de la organización del conocimiento es también un problema del conocimiento. Así, en el orden del estudio con, y el desarrollo de los sistemas complejos, las organización clásica que divide a las ciencias entre sí, y a estas con la filosofía, debería poder conducir, entre nosotros, a una organización de la ciencia de una manera diferente a como existen en la actualidad. De suyo, como es sabido, en el mundo, los sistemas complejos se estudian no tanto al interior de una Facultad, Departamento o Escuela, sino, ha exigido la creación de espacios “interdisciplinarios”, como Centros e Institutos. Esto mismo puede decirse con respecto a la organización en el estudio de las ciencias de la vida. Aquella universidad, en el país, que logre un trabajo sistemático de investigación y enseñanza de ciencias de la complejidad, así como de divulgación, publicaciones, tendrá hacia el futuro una seria ventaja comparativa con las demás. Esto mismo puede decirse con respecto a sectores económicos, financieros, industriales y comerciales que puedan interpretar y apropiarse de manera creativa la dinámica no-lineal. Esta idea implica una auténtica política educativa, política de conocimiento y de innovación.
Es importante entender el concepto de pensamiento complejo ya que es desde las formas como se estructura el pensamiento  como se puede  enfrentar la emergencia de teorías dentro de  un sistema complejo, y aquí se menciona a J, Bonil, cuando  manifiesta que “El pensamiento, desde la complejidad, se encuentra en constante construcción a partir de la interacción permanente con su entorno. Es un pensamiento que dialoga entre el todo y las partes, que entiende los antagónicos como complementarios desde una perspectiva no reduccionista. Integra la creatividad como diálogo entre imaginación y racionalidad. Permite ir de aquello que es local a lo global sin perder de vista la vinculación entre los dos elementos como partes de un todo. Un pensamiento que analiza los fenómenos desde el principio sistémico entendiendo que los hechos se explican desde la relación entre multitud de causas y efectos. El pensamiento complejo aparece como una forma articuladora de organizar el propio pensamiento y de elaborar respuestas a las preguntas y los retos que le presenta el contexto”.

 Otro aporte a la reflexión la podemos tomar de Carlos Masse cuando plantea la crisis haciendo un estudio desde lo que denomina la sociología de la educación  fundamentado en algunas de las corrientes contemporáneas más conocidas tales como el funcionalismo tecno-económico y la teoría del capital humano, el funcionalismo reformista, educación e igualdad de oportunidades, la teoría credencialista de Randall Collins, la teoría de la reproducción de Bordieu y Passeron, la sociología de las clases, códigos y el control de Bernstein, educación y reproducción económica o del marxismo y sociología de la educación, Althusser y la educación como aparato ideológico del Estado, la teoría de las redes escolares de Baudelot y Establet, la teoría de la correspondencia y su revisión (Bonal 1988).
Más recientemente, a partir de los años ochenta surgen nuevos paradigmas: el “paradigma interpretativo” en la sociología de la educación, el interaccionismo simbólico en la sociología de la educación, la sociología del currículum, teoría de la producción cultural y resistencia, la de la hegemonía y resistencia en la educación; las dimensiones de género y etnia; las formas de transmisión del sexismo en la escuela; y la escuela y educación multicultural. Pero qué decir de “los patitos feos de la educación”: la educación especial, la educación a los discapacitados; tan olvidados de la llamada investigación educativa, pues ésta pone mayor atención en los niveles masivos, en donde mayor presupuesto existe para la definición y evaluación de las políticas públicas, para “vender” proyectos que prometen soluciones a lo insolucionable.
Posteriormente la sociología de la educación ha constituido nuevos paradigmas: la sociedad de la información y la relación entre educación y empleo, la sociología de la política educativa y la de la educación y atención a las diferencias (Bonal 1988).

Teniendo en cuanta los anteriores estudios Carlos Massi afirma que  En concreto se pretende a partir de la búsqueda de los fundamentos de estas perspectivas que abordan a la educación, convencer de la necesidad de una proposición más abierta, con una visión de complejidad, pero con los recursos epistemológicos y gnoseológicos de la dialéctica crítica, para la problematización de lo que se ha de investigar. Por lo que aquí partimos de una articulación transdisciplinaria de los distintos niveles que se relacionan con cualquier campo educativo, como articulación compleja, es decir, como una visión lo más abierta al mundo en desarrollo, como lo ha definido E. Morín, no como completad reduccionista, sino desde una visión hologramática, y por ello más duradera y general para el abordaje de los distintos problemas específicos de la educación. Carlos Federico Bernardo Loureiro plantea un sistema educativo que describe  dentro del marco de la complejidad como; “una praxis educativa que es en sí cultural e informativa, pero fundamentalmente política, formativa y emancipadora y por lo tanto, transformadora de las relaciones sociales existentes. Al decir emancipadora, se quiere destacar, el sentido propuesto por Adorno (2000), como un movimiento colectivo e individual, de liberación consciente y de superación de las formas de alienación material y simbólica.
Educar es emancipar a la humanidad. La acción emancipatoria es el medio por el cual rompemos con la barbarie del modelo vigente de sociedad y de civilización, en un proceso que parte del contexto societario en que nos movemos, del ‘lugar’ ocupado por cada sujeto, estableciendo experiencias formativas, escolares o no, donde la reflexión crítica y la problematización, apoyadas en una acción consciente y política, propician la construcción de su dinámica. Entendiendo que, solamente existe democracia substantiva en sociedades formadas por sujetos emancipados, en condiciones materiales y racionales de libre elección.

Se entiende que la complejidad se presta más a una educación emancipadora porque favorece la reflexión de lo cotidiano, el cuestionamiento y la transformación social, en cuanto que la holística, al proponer el consenso de una pedagogía que se basa en la armonía y la unidad, acaba por estimular la domesticación y la adaptación.”
Los administradores de la educación, los maestros y profesores, se enfrentan en la realidad cotidiana con problemas concretos que los vuelven pragmáticos, escépticos o resignados. Muchos olvidan que el proyecto de la “instrucción pública” que fuera inventado en el curso de la Revolución Francesa en 1792, proponía crear una educación que sustrajera a los alumnos de la cultura de sus padres para prepararlos para una República fundada en el conocimiento científico y en el respeto de los derechos humanos, una República igualitaria que no existía. Por lo tanto, su proyecto educativo significaba formar individuos “inadaptados” al sistema vigente porque los preparaba para un mundo nuevo. Los sistemas educativos modernos crecieron entre estas dos perspectivas: la pragmática de la gestión cotidiana de las escuelas y la utópica de nuevas actitudes y conocimientos. Y pese a todas las contradicciones la educación moderna creó nuevos ciudadanos, más autónomos, más libres, más instruidos, más conscientes de sus relaciones sociales.

David Deutsch sostiene que : ”Si el conocimiento ha de seguir creciendo de modo que, aparentemente, no tiene límites, y, a pesar de ello, nos encaminamos hacia un estado en el que sea posible para los seres humanos comprender todo lo comprensible, la profundidad de nuestras teorías debe crecer con la suficiente rapidez para que resulte factible. Desde esta perspectiva podemos concluir que la construcción de teorías sobre el conocimiento y sobre la cambiante realidad se ha convertido en una de las tareas centrales del sistema educativo.

9/04/2018

PROBLEMA DE LA EDUCACION EN COLOMBIA

DIALOGO INTERCULTURAL
José Manuel Castelblanco arenas


Uno de los problemas fundamentales de la educación en Colombia es que se sigue con la idea obtusa de que su principal función es transmitir conocimientos, preguntas y respuestas correctas, más que asegurar la comprensión y aplicación o uso activo del conocimiento, ha crecido de modo desmedido una tendencia de los educadores a sobrevalorar el fenómeno del aprendizaje, y ello ha provocado una serie de problemáticas, tanto en la actualización de los recursos docentes, como en la metodología didáctica a implementar en las aulas escolares. El concepto de aprendizaje se genera desde la raíz del ideal educativo, lo obvio necesita ser reiterado: No puede haber educación sin aprendizaje. Aprendizaje es la condición necesaria, empero tal vez no suficiente, de todo proceso educativo, y esto es muy importante plantearlo desde la óptica que nos plantea Echeverri de establecer unas técnicas del lenguaje o de comunicación en donde los investigadores en pedagogía y los docentes compartas experiencias y por tanto conocimiento, en donde se tengas en cuenta no solo la historicidad de los fenómenos pedagógicos mundiales y locales sino la subjetividad de los docentes, subjetividad fundamentada en los saberes del educador, saberes no únicamente desde su disciplina como tal, sino desde los saberes pedagógicos que lo relacionan con el mundo, esto es lo que podríamos denominas como las funciones de las corrientes pedagógicas contemporáneas .
Las corrientes pedagógicas contemporáneas responden al reclamo social de una formación que les permita a los sujetos resolver problemas de diferente índole de forma autónoma, esto significa, poder enfrentar la búsqueda de soluciones, encontrar una respuesta y tener algún control sobre ésta, dado que en la mayoría de los casos, los problemas que se presentan implican encontrar respuestas nuevas a preguntas también nuevas. Por ejemplo, en la educación tradicional, las viejas soluciones responden de manera simplista o mecánica a las demandas sociales: a mayor número de solicitudes de ingreso de estudiantes, más instalaciones construidas y, por ende, más burocracia. Con esta lógica se sigue reproduciendo un modelo que ha mostrado su insuficiencia al concebir la enseñanza más para sí misma que para apoyar los requerimientos de formación de la sociedad, en lo general, y de cada una de las personas.
Podemos afirmar que la pedagogía aún no posee un territorio suficientemente diferenciado de las demás ciencias sociales y/o humanas, cuyo objeto es también el hombre cultural, aunque no puede excluir sus relaciones con el hombre natural.
El paradigma de la llamada “Escuela Nueva” fue un movimiento pedagógico heterogéneo iniciado a finales del siglo XIX. La escuela nueva, llamada también escuela activa, surge como una reacción a la escuela tradicional y a las relaciones sociales que imperaban en la época de ésta. Se constituye en una verdadera corriente pedagógica, en una propuesta educativa de nuevo perfil, quizás cuando al finalizar la primera guerra mundial, la educación fue nuevamente considerada esperanza de paz. Pese a que sus orígenes son más remotos, el movimiento encontró su mayor auge en tiempos bélicos, por lo que su ánimo renovador de la enseñanza es característico, además de fundamentar gran parte de sus planteamientos en la psicología del desarrollo infantil. Para algunos estudiosos llegó a ser como una revolución copernicana en la educación. De esta manera, la nueva educación tendría que ser capaz de formar a los individuos para la paz, la comprensión y la solidaridad.
El maestro será pues un auxiliar del libre y espontáneo desarrollo del niño. La autodisciplina es un elemento que se incorpora en esta nueva relación, el maestro cede el poder a sus alumnos para colocarlos en posición funcional de autogobierno que los lleve a comprender la necesidad de elaborar y observar reglas. La función del educador será descubrir las necesidades o el interés de sus alumnos y los objetos que son capaces de satisfacerlos. Los representantes de esta escuela están convencidos de que las experiencias de la vida cotidiana son más capaces de despertar el interés que las lecciones proporcionadas por los libros. Se trata de hacer penetrar la escuela plenamente en la vida; la naturaleza, la vida del mundo, los hombres, los acontecimientos serán los nuevos contenidos. En consecuencia, si hay un cambio en los contenidos, debe darse también un cambio en la forma de transmitirlos, así que se introdujeron una serie de actividades libres para desarrollar la imaginación, el espíritu de iniciativa, y la creatividad. No se trataba sólo de que el niño asimilara lo conocido sino que se iniciara en el proceso de conocer a través de la búsqueda, respetando su individualidad.
A pesar de que sus principales representantes mantenían diferencias sustantivas, tanto en sus concepciones sobre la educación, sobre el niño, sobre la naturaleza social de la institución escolar, como en el contexto político y sociológico en que se desarrollaron cada una de las escuelas pertenecientes al movimiento, existen correspondencias significativas entre ellos. Entre los representantes más destacados de esta nueva corriente pedagógica se encuentran: Rousseau, Pestalozzi, Tolstoi, Dewey, Montessori, Ferrieri, Cousinet, Freinet, Piaget. Claparede y Decroly (Palacios, 1999).

9/13/2017

PARADIGMAS QUE ENFRENTAMOS LOS DOCENTES CON LA INCLUSIÓN DIGITAL EN LA EDUCACIÓN
(Por qué es importante innovar en educación)

José Manuel Castelblanco Arenas  

Históricamente en busca de dar solución a diversos problemas e inquietudes sobre las mutaciones en la sociedad el ser humano ha permanecido en una constante innovación de propuestas científicas y tecnológicas que han mejorado su condición de vida pero que también han demandado nuevas necesidades y por tanto nuevas intervenciones. Si la educación es un elemento importante de estas transformaciones es importante pensar como los docentes en este recorrido han trasformado sus maneras de llegar a las nuevas generaciones haciendo un adecuado uso de nuevas herramientas que la tecnología ha puesto a su disposición y que denominamos herramientas WEB.

En Colombia  la misión científica, educación y desarrollo afirmo “Un maestro desactualizado que transmite año tras año discursos pedagógicos vetustos, no permiten el avance de la ciencias, petrifican el conocimiento y van en contravía del desarrollo”, hoy 20 años después y teniendo en cuanta que las brechas en términos de calidad  educativa que presenta  Colombia con el resto del mundo académico siguen aumentando, nos debemos de preguntas ¿Cuáles han sido los avances en materia de modelos y estrategias pedagogías que han permitido el desarrollo de la educación en nuestras instituciones de educación?, ¿estamos preparados los docentes en la implementación y uso de herramientas tecnológicas acordes con los cambios en la cultura escolar de los jóvenes?

Palabras claves: WEB, REDES SOCIALES, APRENDIZAJE COLABORATIVO, COMPETENCIAS DEL NUEVO DOCENTE.

Partimos de la reflexión en donde Peter Drucker (2002) afirma que “La gerencia del siglo XXI se caracteriza por el incremento de la productividad del trabajador del conocimiento” de aquí nace la pregunta si es el docente el gerente de ese conocimiento, cuál es su papel en la labor de recibir, procesar, distribuir información y motivar conocimiento.

Todo lo anterior debemos analizarlo teniendo en cuenta que en el mundo moderno todo se  complejiza entendiendo complejizar como la capacidad de ser capaz de analizar un problema tomando elementos multidisciplinares que den respuesta a las transformaciones de la sociedad, no debemos apartarnos que la pedagogía es un elemento fundamental de un sistema educativo que  debe adaptarse a los cambios sociales producidos por múltiples factores, entre el que se destaca el desarrollo tecnológico, para lo cual la educación se debe centrar en la generación de mayores niveles de competitividad, fomentando la  aplicación de la ciencia y la tecnología en función del desarrollo social a partir de crear la necesidad de desarrollar en los alumnos habilidades para formar ciudadanos con un espíritu científico, con pensamiento abstracto bien desarrollado, con capacidad de trabajar cooperativamente, con voluntad de saber, amor por el conocimiento y disciplina de trabajo, con pensamiento crítico y creativo en todas las áreas del saber humano, con competencias necesarias para la participación democrática, con competencias básicas para la reflexión y la argumentación ética. Una tarea compleja que me lleva a pregunta  si es posible la concatenación de las ciencias sociales y las ciencias naturales en una “ingeniería de lo social” fundamentada en la teoría de la complejidad.

 Lo anterior requiere que la educación se enmarque dentro de una teoría emergente, “La teoría de la complejidad, que engloba la teoría de los sistemas adaptativos complejos, la dinámica no lineal, la teoría de los sistemas dinámicos, la teoría del no equilibrio y la teoría del caos, que ha sido descrita como la tendencia científica dominante surgida en la década de 1990, un aporte capaz de explicar cualquier sistema complejo en función de unas pocas reglas (Lewis 1992), o de acometer los problemas inabordables de la ciencia social; un saber a la altura de los tiempos, una genuina nueva ciencia (Wolfram 2002), la próxima gran revolución científica (Sprott 1993), la gran idea del momento (Mc Glade 2003), una fuente de discernimiento que afectara la vida de todos los que viven en el planeta (Brockman 2000), un giro en la concepción del mundo(Dent 1999), un modelo que cambio la dirección de la ciencia para siempre (Strogats 2003), y una revolución solo comparable a la teoría de la relatividad o a la mecánica cuántica (gleick 1987). Pero también se la considera una moda pasajera que ha recibido más promoción de lo que se merece (Sardar y Ravetz 1994), un bluff que pretende resucitar una ciencia moribunda a fuerza de superlativas e hipérboles, y una empresa abocada al fracaso que no ha dicho nada acerca del mundo, que sea a la vez concreto y sorprendente (Horgan 1996)”[1]. La anterior reseña del concepto de complejidad se convierte en un reto ¿en dónde está la realidad?, si la única verdad en estos momentos es que la ciencia de la complejidad constituye un espacio de investigación en crecimiento, todavía no existe nada que se asemeje a una teoría unificada o a un conjunto de acuerdos sustanciales entre la comunidad científica.

Si lo anterior encierra el concepto de innovación en donde  innovar es un camino estratégico para responder a las mutaciones de la sociedad, significa una transformación cultural de las formas como administramos y producimos conocimiento, qué significado tiene eso que debe de ser una prioridad para un docente  que es lo de aprender a aprender para enseñar a aprender y si esto está acorde con la necesidad de estar al día con el uso de las nuevas herramientas que nos ha proporcionado la tecnología,  las herramientas WEB.

 La evolución de la tecnología en los últimos  40 años nos ha suministrado una serie de avances tale como  software, internet, potentes banda ancha, video, fibra óptica, wiffi, contenidos multimedia, aulas virtuales, etc.,  esto sumado a las nuevas tendencias  pedagógicas tales como la multi-inteligencia propuestas por Howard Gardner “La inteligencia no es una sola, sino que existen tipos distintos. Nuestro sistema para implementar las Inteligencias Múltiples está dedicado a estimular las potencialidades en los niños y los jóvenes  en un clima activo y afectivo como lo exige el siglo XXI”,  la  inteligencia emocional de Peter Salovey que contempla “la capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno mismo y de los demás y utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción”, el aprendizaje colaborativo como un actividad fundamental en un proceso enseñanza aprendizaje sustentado en la afirmación en que "comprender una mente ajena y comprenderse a sí mismo en el interior de esa capacidad" (García Carrasco, 1999) y  el conectivismo  que es una teoría del conocimiento y del aprendizaje desarrollada por George Siemens ampliada por Stephen Downes que trata de describir cómo se produce el aprendizaje del ser humano en contacto con Internet y las redes sociales.

 Esto nos obliga a pensar en un elemento complejo que une diferentes disciplinas para dar razón a una sociedad inundada de información, ávida de conocimiento e interconectada con el mundo,  que nos invite  a cuestionarnos  sobre como los educadores deben asumir retos de cambio  y repensar sus prácticas pedagógicas en donde  la pedagogía se entienda como el saber propio de los profesionales en educación y que dan sentido a los que hacen, repensar las practicas  pedagógicas  significa  preguntarnos  sobre  que uso hacemos de las herramientas  tecnológicas;  nos hemos de preguntar también como son hoy en día las dinámicas culturales de los jóvenes del mundo o por lo menos  nuestros alumnos y por tanto como estamos comunicándonos con ellos y que les estamos enseñando, estamos preparados para atender a las realidades y las dinámicas que la tecnología ha impuesto en nuestros jóvenes.

Identificamos a la juventud como un conglomerado poblacional definido en términos de la edad, por el consumo frente a las llamadas industrias culturales, o por su condición de pre-funcionalidad (cómo se están preparando para ser en el futuro), desconociendo la emergencia de las culturas juveniles como fenómeno social, que invita a pensar la juventud como actores sociales y culturales activos, con intereses y  racionalidades, éticas, estéticas y sentidos de vida particulares, que deberán ser estudiados y tenidos en cuenta al momento de pensar una iniciativa educativa pensada para ellos, permanentemente cambiante, dinámica, esperanzadora, innovadora, una escuela acorde a los tiempos  y el contexto de los jóvenes.

Es importante tener en cuenta que las herramientas que no brinda la tecnología en donde las acciones de apropiación de estas por parte de docentes y alumnos son las que pueden marcas la diferencia e inducir a la generación de ambientes de aprendizaje  agradables, ricos en información y contenidos  de interés para los educandos, no las podemos dejar de lado o desconocer;  Alan Freddy Carrasco Dávila afirma “Las tecnologías de la información y comunicación están cambiando las formas de trabajo, los medios a través de los cuales las personas acceden al conocimiento, se comunican y aprenden. Por ello, resulta paradójico cómo dentro de una institución educativa se puede estar investigando con los últimos procesos y herramientas científicas al mismo tiempo que se sigue "enseñando" con una tecnología convencional; esto es debido, a la escasa formación del profesorado respecto al conocimiento y uso de la tecnología, además de existir problemas relacionados con la actitud de los profesores hacia los nuevos medios. Se puede decir que, sin una adecuada formación del profesorado, no es posible desencadenar la "revolución tecnológica" que la escuela está demandando”. Una gran preocupación que debe resolver los profesionales de la educación es entender que el conocimiento es plano hoy en día con la incursión del internet, por tanto ¿cómo hacemos a nuestros alumnos competitivos en un mundo globalizado haciendo buen uso de las nuevas tecnologías?

La Educación ha tenido muchos cambios en la contemporaneidad, esto ha traído como consecuencia cuestionar el ¿Cómo se Enseña? Se han roto viejos paradigmas en cuanto al saber científico y por supuesto de que manera ese saber hace parte de la pedagogía, Son muchas las causas que han hecho que se redefinan estos conceptos, hoy se habla de aparición de nuevas culturas, la escuela en otros espacios, el reordenamiento de nuevas sociedades emergentes que con sus prácticas educativas y políticas diversas han distorsionado el proceso educativo, volviéndolo un instrumento para pretensiones de unos pocos, y es aquí en donde se da valor a las prácticas de formación docente que no solo deben incentivar el derecho a ascender en el escalafón, deben tener un efecto en la práctica educativa, decreto 709 de 1996.

Con todas estas variables que introducen a la pedagogía como ciencia en el mundo de la complejidad conformada por múltiples disciplinas de las cuales en su gran mayoría no han sido resueltas o no tienen claridad de su función, muchos autores contemporáneos se atreven a afirmas que el mundo de la educación entro en crisis, ya que la estructura tradicional o formal en la que se inspiró la escuela “NO RESPONDIO”, a los nuevos retos que pretenden las políticas educativas, estas usan otras maneras que buscan la manipulación del conocimiento, equilibrándolo, dando opciones, usando tecnologías, llegando a espacios donde las políticas no pueden ser iguales debido a su cultura, debido a la diversidad y potencial que existe en nuestro territorio y sobre todo que los investigadores en pedagogía y los maestros no han encontrado un lenguaje común en donde confluyan sus teoría con  las prácticas pedagógicas.

Uno de los problemas fundamentales de la educación es que se sigue con la idea obtusa de que su principal función es transmitir conocimientos, preguntas y respuestas correctas, más que asegurar la comprensión y aplicación o uso activo del conocimiento, ha crecido de modo desmedido una tendencia de los educadores a sobrevalorar el fenómeno del aprendizaje y ello ha provocado una serie de problemáticas, tanto en la actualización de los recursos docentes, como en la metodología didáctica a implementar en las aulas escolares. El concepto de aprendizaje se genera desde la raíz del ideal educativo, lo obvio necesita ser reiterado; No puede haber educación sin aprendizaje y debemos entender el aprender como la acción que nos permite el cambio.

 Aprendizaje es la condición necesaria, empero tal vez no suficiente, de todo proceso educativo y esto es muy importante plantearlo desde la óptica que nos plantea Echeverri de establecer unas técnicas del lenguaje o de comunicación en donde los investigadores en pedagogía y los docentes compartas experiencias y por tanto conocimiento, en donde se tengas en cuenta no solo la historicidad de los fenómenos pedagógicos mundiales y locales sino la subjetividad de los docentes, subjetividad fundamentada en los saberes del educador, saberes no únicamente desde su disciplina como tal, sino desde los saberes pedagógicos que lo relacionan con el mundo, esto es lo que podríamos entender como las funciones de las corrientes pedagógicas contemporáneas.

El saber pedagógica nos  debe permite  entender que la evolución de la tecnología  nos proveen las redes sociales, entendidas estas como espacios virtuales dentro de la web donde se genera interacción social entre los usuarios, esto  implica integración entre la comunidad educativa alumnos, padres,  docentes, de una institución de una ciudad, de un país y con el mundo entero, esto posibilita  aceptar amigos, contactar amigos,  enviar y recibir mensajes, tener  chat, compartir información textual ,visual o audiovisual, esto es la interacción de herramientas que denominamos web es conectarnos con el mundo y por ende con el conocimiento es aprender a trabajar en equipo colaborar en la  construcción  conocimiento entendiendo las teorías del conectivismo. 

Desde el 2004 las herramientas Web 2.0 emergen como una generación de recurso de internet, servicios como redes sociales, páginas web, blog, etc.   nos permiten intercambiar contenidos, videos, fotos, documentos, etc., a través de la red con la intención de fomentar la colaboración y el intercambio entre los usuarios.
En la web nos encontramos con usuarios, servicios y herramientas,  que  nos permiten propiciar la participación y la comunicación entre múltiples usuarios y con interese comunes, por ende debemos entender las  redes sociales como punto de partida para que repensemos las prácticas educativas tradicionales, teniendo en cuanta las característica de la web, como es el punto de intersección  entre los internautas, debemos fomentar y atrevernos a explorar el concepto de aprendizaje colaborativo virtual como un proceso social de construcción de conocimiento, entre un grupo de individuos con interese comunes que intercambian conceptos, destacando de este proceso que aquí cada individuo aprende más de lo que posiblemente podría aprender por si solo, producto de la interacción con los diferentes miembros del grupo a esto en términos pedagógicos se denomina  co-construcción de conocimiento.
Otros logros con este tipo de trabajo son; tareas grupales, motivación y enriquecimiento del trabajo, dinámica grupal, cercanía, mejoramiento de relaciones interpersonales y personal, incentiva el pensamiento crítico disminuye la individualidad, aumenta la autoestima; para esto si se habla del aprendizaje colaborativo la función de un docente se debe fundamentar en instrucciones claras y precisas sobre cómo usar el sistema primero que todo para así construir elementos de confianza entre los usuarios en el uso de este sistema; fomentar la cohesión del grupo por medio de actividades que creen unos vínculos de confianza entre los diferentes integrantes del grupo motivando la participación de todos los integrantes de una manera activa; animar a los participantes a que participen de la discusión,  reconocer y motivas diferentes estilos de aprendizaje, no pretender hacer conclusiones en donde impida tener la participación de todos los participante y hacer una realimentación efectiva  de cada una de las diferentes inquietudes u opiniones de los miembros del grupo, promover la independencia entre los participantes haciendo que cada uno se responsabilice de la construcción de su aprendizaje, esto es lo que se denomina Comunidades de aprendizaje. “Grupo de personas que aprenden usando herramientas comunes en un mismo entorno, ejemplo un aula presencial transportada a la red con todos los elementos y herramientas que esto permite”

 Cuales deben de ser las Competencias de los profesores que en esta nueva modalidad su nombre ha mutado a tutores:
Romper paradigmas significa que debemos de repensar el proceso de enseñanza aprendizaje que se establece siempre en ámbitos de relación, entendido como circunstancia que sirve de unión, como conexión o contacto entre los elementos personales que configuran este proceso, (profesor/alumno), y entre estos y el resto de elementos de dichos procesos (contenidos, actividades, recurso, evaluación, etc.). el mundo moderno nos plantea que es necesario reflexionar sobre la importancia de la labor docente  como agente de cambio, básicamente en actitud, en favor de los estudiantes, en saber orientar a sus necesidades para que ellos mismos con todas sus capacidades creativas innovadoras, investigativas, sociales, filosóficas e inspirativas generen sus propias ideas, (Gardner, 1998), que se vuelvan metacomplejos de su realidad y de su contexto, aprendan a actuar con conciencia y reconocer sobre lo que están aprendiendo en su interacción con el alumno, el aula y su entorno social (Osicka, 2004) Esto significa más que una simple conversación, es capacidad de descubrir su propio ser (Bourdieu, 2001), su yo metacomplejo que quiere respuestas y no simple reproducción del conocimiento; donde nadie tiene el conocimiento, tan solo verdades relativas.

Teniendo en cuenta la profunda crisis de la pedagogía, es un reto para ésta ciencia el asumir el compromiso o responsabilidad social de romper paradigmas, y desde una mirada compleja, se requiere de que las diferentes entidades de educación en el mundo se planteen modelos curriculares que tengan por objetivo fundamental dar respuesta a las importantes demandas y desafíos educativos de un mundo global, diverso e interconectado, modelos competentes que forme, promueva y movilice al maestro como profesional crítico e innovador. En concreto, como un profesional del aprendizaje en y para la sociedad del conocimiento.

Esto significa como lo plantea el profesor Juan Carlos Orozco en su ensayo Educación superior de alta calidad para interactuar en la sociedad del conocimiento. “Necesitamos con urgencia inaplazable preparar nuestro contingente humano para esa sociedad del conocimiento en la cual estamos inmersos y a la cual seguiremos perteneciendo. En la medida en que nuestro talento humano este suficientemente preparado científica y técnicamente, con la formación humanista y con los valores que le permitan navegar con suficiencia en este mar de cientificidad, competitividad y tecnicismo se contara con profesionales que dispongan de criterios para hacer lo que deben hacer, para juzgar lo no convenirte para la comunidad, para asumir que el hombre es el motor y objeto del desarrollo y que todos nuestros esfuerzos deben estar encaminados hacia el mejoramiento y calidad de vida de hombres y mujeres, que todo lo que hagamos debe estar orientado hacia el bienestar de la comunidad y no de unos solos”, es atreverse a innovar y a entenderse como un verdadero profesional de la educación, que asume los retos de un mundo mutante,  es asumir la responsabilidad de hacer de una aula de escuela o de un aula virtual un lugar de cambio y transformación social.

 Humanizar la escuela en estas nuevas formas de enfrentarla implica no olvidar las competencias necesarias  que se deben de  tener en cuenta para entender el entorno del joven, como elemento fundamental su espacio, su cuerpo, su geografía, en conclusión su territorio y lo que esto significa, sin lo anterior no podemos pasar a tratar de imponer de cualquier manera estas   nuevas metodologías con contenidos multimedia, para ello el docente debe de desarrollar  habilidades instrumentales así con también competencias emocionales  y empatía con el dicente, una persona que pase de solo enseñar a acompañar  y a guiar; ya que  no basta saber de las herramientas tecnológicas adecuadas,  sino hacer uso diario de las mismas, un buen profesor no es el que produce material didáctico sino el que conoce y hace uso en el momento adecuado del material que se encuentra a disposición.

Lo anterior requiere de una flexibilidad curricular que técnicamente también engrane en el sistema, de acuerdo con Álvarez (2007), puede ser asociada con distintos elementos, de tal manera que es posible hablar de una flexibilidad en los contenidos (actualización constante con respecto a los avances científicos, tecnológicos y culturales, así como con las características de los estudiantes), flexibilidad en el avance (permite al alumno cursar asignaturas en función del tiempo con el que dispone) o flexibilidad por área de formación (dedicar o elegir más créditos de acuerdo con un área de interés). Por su parte, Díaz Barriga señala tres modos de flexibilización: total, mediana regulada y baja o tradicional. Este esquema de flexibilización abarca desde un plan de estudios con materias abiertas a toda la institución o a todas las áreas comunes de una disciplina, hasta aquel plan de estudios que considera solamente unas cuantas materias optativas, con esto vemos que podemos considerar modelos curriculares flexibles a partir de la implementación o uso de las herramientas que nos brindan las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones tic”s
El futuro es hoy, internet ha hacho el mundo plano y globalizado por lo tanto debemos de dar a los jóvenes herramienta para ser competitivos en este mundo, las tecnologías y las metodologías han cambiado, pero especialmente han cambiado las personas, sus habilidades en la comunicación digital y las formas de aprendizaje, por lo que es urgente que se implemente una política en donde sea necesario una Certificación de los docentes en competencias digitales.

BIBLIOGRAFÍA

REYNOSO, Carlos. Complejidad y caos. Una exploración antropológica. Colección complejidad Humana. 2006. P. 11

Beatriz, S. y Pérez, Y. (2008). Nuevos paradigmas en la gestión en un cambio de época: de la era industrial a la era del conocimiento, los retos derivados de la globalización. Ciencias de la información, vol. 39, no. 1, abril 2008.

Castells, M. (1999). La Era de la Información: Economía, Sociedad y Cultura. Vol I: La sociedad Red. México: Siglo Veintiuno Editores.

4/11/2017

REINGENIERIA EN EDUCACION UN COMPROMISO


REINGENIERIA EN EDUCACION UN COMPROMISO

José Manuel Castelblanco Arenas


¿Hoy después de veinte años como educador me sigo preguntando por qué el mundo y las sociedades cambian permanentemente y las prácticas de aula siguen siendo las mismas? ¿Será importante hacer una reingeniería a la educación? , esto significa una revolución del ser docente, una transformación que debe emerger de entender que durante muchos años las sociedades han cambiado, por ende los estudiantes también, estos cambios tan radicales y descontextualizados en nuestro territorio producto de políticas sin sentido, mestizajes culturales, modas y sobretodo desarrollos tecnológicos, requieren cambios y transformaciones en las practicas docentes, que se siguen ejecutando de la misma manera.

Mientras nuestros jóvenes estudiantes siguen siendo influenciados por los medios de comunicación y las redes sociales que les muestras miles de posibilidades y realidades por descubrir, el dogmatismo en las aulas de clase por parte de los maestros sigue castrando la creatividad y la posibilidad de que estos jóvenes sean competitivos en un mundo globalizado mediado por la tecnología. 

Seguimos desconociendo o recibiendo mensajes como los de José Martin  en que ¨Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido, es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: Es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él y no dejarlo debajo de él, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida¨,  es estar acorde con las necesidades del entorno, es el desarrollo de habilidades para que desde la escuela y la academia desarrollen herramientas que posibiliten en cierta medida atender a las  las necesidades de la comunidad, es formar ciudadanos comprometidos y participes del desarrollo de su  entorno.

Los cursos de Contexto de la Universidad Central de Bogotá,  de los cuales hago parte como docente hace doce años, son un espacio que se ha generado para sacar a los alumnos de la rutina de sus disciplinas académicas, es un espacio de integración interdisciplinar que pretende desde diferentes perspectivas, desarrollar temáticas que nos permitan repensarnos como estudiantes universitarios miembros de una sociedad académica  habitantes de un territorio con sus propias practicas sociales, culturales y tecnológicas, es un espacio que permite pensarnos en la construcción de país como estado nación, en donde sus habitantes reconocen y respetan la multiculturalidad y así mismo se identifican como ciudadanos.

Estos espacios interacción con diferentes académicos permiten establecer algunas características   frente a lo que significa las formas como compartimos el conocimiento o nuestras experiencias, de esto la importancia de dar valor a la didáctica ya que no solo se trata de dar información, ni que una persona se muestre como investigadora, se trata de que estas experiencias o vivencias que se transmiten despierten interés en los estudiantes y que motiven actuaciones diferentes.  En este punto me pregunto, ¿cuáles son los fines de la educación y cual es la mejor manera para que estos esfuerzos lleguen y colmen las expectativas de los jóvenes?

Los Cursos de Contexto han pasado de la conferencia magistral de expertos a laboratorio en aulas de clase, practicas que nos permiten experimentar en didácticas llevan a la reflexión frente a la innovación de cómo hacer una clase, desde el documental hasta la salida a recorrer nuestras calles, experiencias que pretenden hacer viva la labor docente, hacerla diferente, en donde se evidencia la importancia del docente para que estas experiencias sean efectivas o por las menos gratas. Es también dar lugar para que los alumnos se expresen, es dar lugar a que un estudiante de artes defina desde su posición conceptos de ingeniería, es dar lugar a que los estudiantes de ciencias naturales reconozcan que no podemos dejar de lado las ciencias sociales, es dar lugar a que nos entendamos como seres sociales responsables del cambio social, consientes de nuestras realidades, aceptando la diferencia y los mas importante reconocer nuestras deficiencias o nuestras carencias.

Esos curso nos ha permitido buscar la formas de hacer una clase haciendo uso de las herramientas tecnológicas cosa que muchas veces  produce terror en algunos docentes ya que tenemos la equivocada idea que nos enfrentamos a estudiantes magos en el uso de estas tecnologías, si es verdad que los jóvenes viven inmersos en el uso de estas tecnologías  también es cierto que por falta de un acompañamiento efectivo por parte de los docentes, los jóvenes no están haciendo un uso adecuado de estas herramientas que les faciliten la construcción de conocimiento, no podemos llamar desde la teorías de PRENSKI nativos digitales a un grupo de jóvenes  que carecen de habilidades para redactar un correo electrónico, para  construir o compartir un documento en forma colaborativa y virtual.  Por esto hoy tenemos que reconocer que hay que emprender acciones en la formación en competencias para nuestros estudiantes, que nos permita ser competitivos en lo que hoy en el mundo se denomina ciudadanos digitales.

No podemos entendernos como verdaderos ciudadano digital con el simple hecho de que el 90 % de nuestros estudiantes hace alarde de sus teléfonos inteligentes y solo lo usan para tomar fotografías con la única intención de compartirlas en las redes sociales sin mas propósito que hacer alarde de su figura, como podemos motivar los maestros la potencialidad de estos aparatos en manos de jóvenes interesados en descubrir el mundo a través de lo que nos posibilita el concepto de conectivismo y una cultura del trabajo colaborativo que nos permita día tras día la construcción del conocimiento

Es importante reconocer que la falta de interés de los docentes y alumnos  en potencializar estas herramientas, o los miedos mal infundados frente al uso de tecnologías emergentes  están ampliando las brechas de analfabetismo entre nuestros jóvenes, o  a los que el mundo moderno esta llamando la generación de los huérfanos digitales, es importante tener en cuenta que  nos quedamos en el concepto de las nuevas tecnologías, debemos aceptar que estas ya llevan mas de una década con nosotros, por lo que es importante nuevamente en pensar en una constante reingeniería de la educación acorde con un mundo en constante cambio.

Una reingeniería que nos ponga al día frente al desarrollo de una seria de políticas en educación en donde se de valor a la culturalización e importancia de formarnos como ciudadanos digitales competentes en un mundo globalizado entendido  que  esto implica una cultura en donde como todo ciudadanos tenemos unos derechos pero también unos deberes con el desarrollo del territorio que ocupamos, que implica una reingeniería que parte de una alfabetización digital, que requiere que los docentes sean los primeros en romper esos miedos o paradigmas de la educación tradicional,  esto quiere decir aprender a aprender para enseñar a aprender, una reingeniería para una educación de una población que no se reconoce sin la internet.

No podemos seguir cayendo en esas teorías de la escuela tradicional que siempre se ha resistido a los cambios tecnológicos, debemos entender que se ha evolucionado, desde el ábaco se paso por la calculadora y el computador y ahora el internet, tradiciones sustentadas en ideales que la letra con sangre entra y desangrando la creatividad de los alumnos, creyendo que siempre el profesor es quien tiene la razón por tanto es quien define qué y como se hacen las cosas, se debe cambiar estas viejas practicas y reconocer que el alumno debe ser el protagonista principal de las clases, el inquieto es quien pregunta y se soporta en el maestro para lograr sus respuestas. Es entender un maestro que guía motiva y acompaña, deje ser y no se cree ser.


 “Se necesitan debates, diálogos, interacción entre los alumnos, como alguna vez fueron las clases de Sócrates. Lo bueno es que el estudiante caiga en la cuenta de su propia ignorancia y se esfuerce para superarla. De nada sirve hacer cálculos de memoria y repetir textos que jamás podrán ser aplicados a la vida cotidiana”